domingo, 21 de septiembre de 2008

Urgente difusión y acción: El asunto del hospital psquiátrico infantil





¿Qué sucede con el Hospital Psiquiátrico Infantil?
Información compartida por: CHAVITOS EN LA OTRA CAMPAÑA




El Hospital Psiquiátrico Infantil, es un hospital nacional, único en el país, y el segundo en América Latina que atiende a niños y niñas de toda la república, desde los 6 meses a 18 años, de enfermedades mentales como: autismo, depresión, ansiedad, bipolaridad, intentos suicidas, esquizofrenia, psicosis, abuso de substancias, trastornos de conducta, anorexia, bulimia, estrés postraumático, abuso sexual, entre otras. Además cuanta con los servicios de rayos x, servicio dental, terapia general y terapia física de rehabilitació n, electroencefalogram as, cubículos para terapia individual y grupal, pediatría, zona de hospitalizació n, un jardín como taller de rehabilitació n y distintas áreas verdes.

La zona de hospitalizació n se divide en una sección para niños y otra para niñas, separadas una de la otra, y a pesar de que esta zona de hospitalizació n tiene capacidad para 40 camas, en éste momento, sólo se atienden a 15 pacientes. Del por qué sólo éste número, teniendo capacidad para mayor atención, nuestro entrevistado cita las palabras que el secretario de salud les dijo aluna vez: “en México ya no hay niños y niñas enfermos o con algún trastorno mental y que el ingreso al servicio de psiquiatría en México, va a la baja”.

En otra zona del hospital se encuentra el edificio Paideia, suponemos que en alusión al concepto griego de educación humanista. En este lugar se atiende a niños y niñas con problemas de adicciones. El edificio Paideia se caracteriza por sus escasas ventanas y por ser una construcción totalmente diferente al resto del hospital, pues fue donado por la Cooperación Económica Europea en los años setenta, un poco después de la apertura del hospital en 1968.

También hay un jardín o pedazo de tierra con lonas que pretende ser un vivero. Aún lo desgastado de las instalaciones, a las y los pequeños pacientes de este hospital, les resulta muy benéfico realizar actividades al exterior y entrar en contacto con la tierra y las plantas como parte de su terapia de recuperación.

Una zona escalofriante, es la denominada zona de “Los Olvidados”, pues además de estar diseñado con ventanas muy altas para que nadie desde el exterior pueda ver qué sucede al interior, la construcción está en sí muy deteriorada, como todo el resto del hospital, pero esa disposición de invisibilidad y penumbra, genera una sensación de temor y desolación.

Se les llaman los “olvidados” porque son pacientes que hace muchos años ingresaron a este hospital siendo niños y niñas, pero después nadie llegó a recogerlos o hacerse cargo de ell@s, fueron literalmente abandonados. Con el paso de los años su padecimiento no encontró mejora, y a pesar de que sus cuerpos crecían, no lo hacían así sus mentes. Por tanto, era difícil intentar trasladarlos a otros hospitales de adultos, en los que muy probablemente se verían sujetos a abusos de los demás internos. Fue entonces que se decidió dejarlos ahí, en el hospital infantil, viviendo una vida de niños, atrapados en cuerpos de adultos, y entre paredes amarillentas.

El Problema
Por “disposición oficial”, desde hace algunos meses al Hospital Psiquiátrico Infantil (HPI), quieren “reubicarlo” hacia otra construcción. En sí, pareciera que no hay ningún problema con dicha intención, sobre todo sabiendo que el HPI es muy viejo y se encuentra en condiciones realmente lamentables, en comparación con cualquier hospital de esta ciudad. Sin embargo, la propuesta ofrecida es una construcción que anteriormente fungía como oficina, con un espacio de 19,500 mts2, segundo y tercer pisos, tuberías exteriores, escaleras y diseños interiores con paredes y pasillos que quedan ocultos a la vista de cualquiera.

El HPI es una construcción de 42,000 mts2, a nivel del suelo, es decir, no tienen segundos pisos, los espacios están a la vista de todos y no hay tubos ni escaleras al descubierto.

Ustedes se preguntaran qué tiene de importante esta descripción. La tiene porque para un hospital que atiende a pacientes con las características que describimos anteriormente, un segundo o tercer piso puede ser mortal en un crisis, los tubos pueden ser utilizados para colgarse como intentos de suicidios y los espacios ciegos son lugares potenciales para cometer cualquier abuso de un paciente a otro, o bien, daños a sí mismos.

De ahí la decidida renuencia de los padres a reubicarse en las nuevas instalaciones, además la menor capacidad del espacio ofrecido, lleva la intención de reducir drásticamente la capacidad de atención a la población y en lugar de ser hospital nacional, se convertiría en una simple clínica.

Es cierto es que el HPI está muy viejo y deteriorado, caminar por él indigna a cualquiera, pues se puede uno dar cuenta que dicho descuido es intencionado. Sobre todo pensando que ésta es la importancia que se da a la salud de los niños y niñas pobres en México. Sin embargo para los padres de familia, y sobre todo para sus hijos e hijas, este hospital es el único espacio donde pueden encontrar una esperanza a su padecimiento. Es el único espacio donde son atendidos con excelentes médicos y especialistas, quienes a pesar de los avatares, muchos están solidarios con la lucha de los padres y siguen atendiendo a sus pacientes.

Sobrepasando la desolación, las paredes del hospital lucen orgullosos carteles y dibujos realizados por los mismos niños y niñas pacientes exigiendo ¡que no los saquen de su hospital, que no los saquen de su casa, que no les quiten su esperanza!

Los planes y proyectos para HPI es reubicarlo y construir en su lugar, una moderna unidad de Cancerología y otra de Geriatría con un amplio y flamante estacionamiento público. Buen negocio si se piensa en la cantidad de personas que visitan a sus familiares en esta zona de hospitales. Por otra parte y aunque suene cruel no deja de ser real, una unidad de Cancerología resulta más rentable pues atiende enfermedades terminales que tarde que temprano generarán un fuerte gasto a los familiares. Lo mismo sucede con la unidad de Geriatría.

Para el gobierno mexicano los niños y niñas enfermos mentales no son de gran utilidad, generan muchos gastos y en palabras del propio director del hospital a los padres del platón: “sus hijos e hijas son un desecho y por sus huevos ese hospital (PI) se va de ese lugar”. (Sic)

Las cuotas del HPI son simbólicas, atiende alrededor de 560,000 consultas al año, y es la esperanza de muchas familias, de niños y niñas no sólo en México, pues también hay pacientes de Centro América.

El intento vil y cobarde de este gobierno por despojar a los niños y niñas de un hospital tan necesario, es simplemente aberrante y debe ser denunciado por todos los medios a nuestro alcance, y evitar entre todos que este valiosísimo hospital desparezca. Al contrario hay que luchar porque se quede donde está, se reconstruya y modernice convirtiéndose en un hospital digno para la infancia Mexicana.

Por eso hago una atenta invitación a toda la Otra campaña nacional e internacional a estar atenta del problema del HPI en México, a apoyar al plantón de los padres de familia, pues hay ocasiones que no tienen para comer. Pues se han negado a recibir dinero por los constantes robos que sufrieron de sus boteos por parte de “orejas” del hospital. Por eso prefieren recibir en especie.

Difundamos la situación y si a alguien se le ocurre alguna otra acción para apoyarlos, háganla saber

Las padres de familia están dispuestos a hablar con quien sea, a ir donde sea, pero hasta el momento no han encontrado oído atento. Ojalá la Otra Campaña pueda escucharlos.

Ubicación del Plantón de padres de familia HPI: Av. San Fernando casi esquina con Viaducto Tlapan, en la zona de hospitales, delegación Tlalpan.

Contacto: mailto:chavitosenlaotra@hotmail.com
Cel. 04455 22 98 99 73

1 comentario:

Unknown dijo...

http://www.rednosotrasenelmundo.org/spip.php?article599
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