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miércoles, 27 de marzo de 2013

amores-de-chile-y-de-maiz

http://www.radiomenteabierta.com/ludico/2013/03/amores-de-chile-y-de-maiz/


Alguna vez te has preguntado…
¿Cómo amaban los antiguos mexicanos antes de la llegada de Occidente? ¿Cómo entendían y vivían el amor? y… ¿Cómo nos ayudaría reflexionar al respecto para entender el amor en el México contemporáneo? ¿Qué aspectos aun se conservan, cuáles han cambiado en nuestra forma de ver y vivir el amor desde ese entonces? Preguntas ambiciosas sin duda, las cuales iremos tratando de responder (o ampliar) en compañía de ustedes y de nuestro corresponsal amoroso y fraterno camarada Isra Escamilla (Escultor del Tiempo), quien nos ha preparado una investigación al respecto.

Te invitamos a escuchar a la CASA DE LOS 1000 CUARTOS...
POLIAMOROSXS SOMOS Y EN EL CAMINO ANDAMOS 

martes, 18 de mayo de 2010

Gracias a los zapatistas





Gracias a los zapatistas
Hermann Bellinghausen





Los pueblos indígenas de México se hicieron visibles el Año Nuevo de 1994, y obligaron a escuchar al país entero gracias al legendario ya basta” de los zapatistas cuando le dieron una vuelta de tuerca a la historia, se alzaron en armas y dijeron aquí estamos. Nunca antes los pueblos indígenas del país, sus demandas y manifestaciones civilizatorias tomaron el centro del debate nacional. La sociedad nacional supo que había mucho que aprender de los pueblos indios. Los de ascendencia maya y todos los demás.

Gracias a los zapatistas, en la izquierda desmoronada tras el colapso del muro de Berlín renació algo más que una esperanza. México y otros países dieron a luz una generación de activistas y pensadores sociales expuestos a nuevas ideas de liberación y democracia, y nuevas formas de expresar las viejas buenas ideas.
Los indígenas se volvieron extrovertidos, dejaron de pedir, determinados a exigir y resistir. El epicentro de su onda expansiva fue la recuperación de las tierras acaparadas por finqueros y ganaderos que despreciaban a los pueblos, y a sus peones, acasillados o no. Ya bullía un despertar histórico de los pueblos mayas en Chiapas cuando, gracias a los zapatistas, miles de familias indígenas ocuparon la tierra para ocuparse de ella. Se habla de 700 mil hectáreas. Buena parte benefició a los que no eran zapatistas; mas, gracias a su movimiento, los pueblos rebeldes, en particular en la selva Lacandona, al fin tuvieron donde crecerse y vivir bien, con dignidad. México descubrió que la dignidad es un atributo profundo de nuestros pueblos. Por una vez, el vergonzante racismo mexicano chocó de frente con el espejo.
Los zapatistas han dicho, desde el principio, las cosas por su nombre. “Nos enseñaron a hablar con la realidad”, admitió alguna vez Carlos Monsiváis. Momentos culminantes, como la comandanta Esther hablando al Congreso y al país, imprimieron en la conciencia nacional la legitimidad indeleble de las exigencias indígenas y la transformació n revolucionaria de sus mujeres.
Gracias a los zapatistas, el concepto latinoamericano de guerrilla –y su larga cauda de dolor– dio paso a algo nuevo, y a la vez tan viejo como la civilización: un ejército campesino. Éste, comprometido con la vida, sus pueblos y la liberación nacional desde una insospechada lucidez. Mientras, la sociedad civil se percataba de su propia existencia.
Han demostrado que las paradojas son una forma inquietante de decir la verdad: para todos todo, nada para nosotros/mandar obedeciendo/ buen gobierno/un mundo donde quepan muchos mundos/un ejército destinado a dejar de ser ejército. La suya ha sido una sólida paz armada, también inédita y casi milagrosa, pues ocurre sitiada y combatida con “baja intensidad” por la masiva fuerza de ocupación militar del gobierno federal.

Gracias a los zapatistas, por ejemplo, ahora que el país arde en llamas, y sobre todo en miedo (esa “percepción”), Chiapas es una de las entidades más pacíficas. Dicho de otro modo, la desesperada “guerra” gubernamental contra el crimen organizado, beligerante y bien armado, no se libra en Chiapas, porque allí sí hay gobierno en las comunidades. Donde están los municipios autónomos y sus “áreas de influencia” hay muchas cosas, pero no crimen organizado.
Gracias a los zapatistas, en esos territorios sí hay leyes, y se cumplen, aunque los tres poderes de la Unión y los partidos políticos traicionen su palabra siempre que les es necesario. La construcción de la autonomía de los pueblos generó cambios significativos en educación, salud, participación política, organización colectiva. Esfuerzo que no sería posible sin la constancia de las tropas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Gracias a los zapatistas, escritores, pensadores, dirigentes, artistas, fortalecieron la base intelectual de sus posiciones políticas y éticas en América y Europa. La crítica, y de ahí las resistencias contra la nueva etapa del capitalismo y el imperialismo, el neoliberalismo en la era de la globalización, encontró en los zapatistas el impulso definitivo, cuyo pensamiento para la acción se ha desarrollado y elaborado en los escritos del subcomandante Marcos y en las entrevistas más reflexivas de las decenas, quizá cientos, que después de 1994 le hicieron investigadores, periodistas y escritores del mundo.
Las grandes movilizaciones contra el comercio mundial hace una década supieron aprovechar no sólo el mensaje, también la experiencia, en lo que hoy se llaman redes sociales. Los actos y encuentros zapatistas inspiran actos, encuentros, organizaciones y luchas alrededor del mundo. Vamos, gracias a los zapatistas, bandas súper potentes del rock mundial encontraron nuevas cosas gruesas que cantar.
La palabra recuperó su condición de verdad, que la práctica política le había arrebatado en México. Y así como su voz es un arma, un escudo, una fuente, los zapatistas también han enseñado el significado del silencio.


Por un mundo donde quepan muchos mundos y amores.
¡NO HAY LIBERTAD POLÍTICA SINO HAY LIBERTAD AMOROSA Y SEXUAL!
¡PRESOS Y PRESAS POLÍTICOS LIBERTAD!
LIBERACIÓN ANIMAL.

DIANA MARINA NERI ARRIAGA.
http://libertariayfeminista.blogspot.com
http://lunapenelope.hi5.com
http://www.radiomenteabierta.com/lacasa/

domingo, 9 de mayo de 2010

¿El placer puede ser revolucionario?




¿El placer puede ser revolucionario?
Con Gioconda Belli, sí.

PRESENTA: Diana Marina Neri Arriaga.

Toda mi casa esta regada por mis poemas.
Me aparecen en la cocina, en el estudio,
en el dormitorio. Están extendidos a lo
largo de mi desorden, esparciendo su dulzura
por las horas tequiosas de la barrida y de
la arreglada de los cuartos, dándome ese
mensaje de que si hay algo vivo en mi,
de que mi vitalidad esta impregnada en
esos papeles donde he dejado el recuerdo
de estos momentos intensos en que yo
dejo de ser yo y me convierto en un poema[1].

Bajo pretexto de haber cumplido un año de que Gioconda Belli recibió el premio Sor Juana Inés de la Cruz 2008, que otorga la FIL y la Sogem, por su obra El infinito en la palma de la mano, pero más aún porque sus trazos pueden arropar la experiencia sensorial de la construcción femenina[2]/feminista, es que en tiempos de urgencias –me parece importante- compartir la obra poética de una escritora que destila revolución, rebeldía desde la cama, la palabra, calles y huelgas, poesía de acción cotidiana.
¿Existe una literatura femenina? Sin mantenernos al margen de tan amplia discusión, pero sí por el momento guardando una distancia es que me atrevo a proponer a Gioconda Bellí como una escritora de poesía feminista, no sé si con la militancia –a veces pareciera estricta- que exige tal vocación, sino con la fluidez de quien se sabe mujer, cuerpo y deseo, no en los estereotipos y marcajes culturales, sino en una cimentación sinuosa de libertades que ella misma rompe, retoma, regula y vuelve a trastocar[3].
La poesía latinoamericana escrita por mujeres ha tenido un vuelco importante a partir del siglo XX en lo que se refiere al posicionamiento de reconocerse como mujer que se resiste y trabaja contra el mentado papel histórico, y que este no es la herencia del carácter natural de ser mujer, sino de una construcción cultural cimentada en el orden hegemónico patriarcal imperante que puede tener nuevos resistencias, nuevas historias con importante espirales. De ahí que poetas como Alfonsina Storni (Argentina), Gabriela Mistral (Chile) y Juana de Ibarbourou (Uruguay) destacan como precursoras de la poesía feminista posterior[4]. En su momento, donde siquiera el discurso del feminismo había sido teorizado, ellas más allá de su vida, pero si con su obra e impostura denunciaron y criticaron la situación de las mujeres.
Llega la década de los sesentas y con ella, la contracultura en su apogeo, las revoluciones sociales, lúdicas y culturales, los planteamientos de la autonomía y contra el poder que se cierne en los cuerpos, están vivísimas y presentes las discusiones sobre el feminismo y el papel de las mujeres, donde entre tantísimos planteamientos destaca la discusión de lo público y lo privado, el placer y el derecho al cuerpo y al amor libre, además germinan en Latinoamérica las resistencias y lucha políticas, pero también las dictaduras y represiones.
Este es el contexto de nuestra autora, una mujer que con la Nicaragua que hay bajo su piel es volcánica, sísmica, y que desde 1970, incursiona en la poesía, escandalizando a la sociedad de entonces, que no entendía cómo una mujer casada hablara esas cosas de sexo y erotismo, a pesar de su marido. ¡Oh escándalo!
Sin embargo -Gioconda indómita- es un canto de árboles: guanacastes de mujeres rebeladas, ceibos de erotismo sobre los escritorios, almendros que renuncian al conformismo, robles que buscan hombres nuevos, jocotes y palmeras donde el cuerpo es para la Bellí, la carta astral en lenguaje cifrado.
Su obra es por supuesto prolija[5], específicamente en novela y poesía, además de una curiosa bitácora que ella sostiene cotidianamente y nos comparte a través de los espacios virtuales. Sus premios y reconocimientos son innumerables, pero para los devaneos de elogio mejor nos mesuramos y atendemos nuestro objetivo principal: Destacar la poesía feminista de Gioconda a través de los tres pilares que considero fundamentales en su obra, es decir, mujer, amor y erotismo. Categorías que no sobreviven per sé, sino son la conjugación además del compromiso ideológico y la lucha política, la afrenta contra el patriarcado y los convencionalismos sociales, además del nuevo modo de empoderarse con voz y cuerpo propio. Permíteme presentar sólo un asomo de la poesía de una nicaragüense erótica, feminista y revolucionaria.
LA GIOCONDA NO ES MONALISA, ES MUJER GOZOSA.

Que de tanto mirar y buscar el "Eterno Femenino" no se le desgaje la piel debajo de los ojos, dándole aspecto de viejo libidinoso, espiando a Susana en su baño solitario Sobre todo, que su totem majestuoso, no empiece a padecer súbitamente de pereza y se niegue a obedecer la mente, rehusándose erguirse cuando se le comanda, o venciéndose demasiado pronto cuando aún la gozosa intemporal no ha llegado siquiera al medio del camino. En fin, que recio de carnes, viril y erecto, mantenga siempre la pose del discóbolo desnudo aprestándose para el lanzamiento: la fría, irreal y eterna belleza de las estatuas[6].

Rebelarse y revelarse, rebelión y revelación van unidas siempre, como intuitiva y poéticamente lo destacó José Coronel Urtecho al presentar en febrero de 1974 el libro Sobre la Grama de Gioconda Belli, su primera producción poética donde se expresa y se reconoce como una mujer con capacidad de gozar, llena de energía y vitalidad. Es por decirlo, la primera definición que Gioconda hace de la mujer, a partir de una visión intimista, donde se reconoce humana/mujer a través de los latidos de la naturaleza, pues se afirma como naturaleza ella misma. Y al decir mujer, también canta amor, y abre los poros a la revolución y sus esperanzas.
.. Amo a las mujeres desde su piel que es la mía. A la que se rebela y forcejea con la pluma y la voz desenvainadas, a la que se levanta de noche para ver a su hijo que llora, a la que llora por un niño que se ha dormido para siempre, a la que lucha enardecida en las montañas, a la que trabaja -mal pagada- en la ciudad, a la que gorda y contenta canta cuando echa tortillas en la pancita caliente del comal, a la que camina con el peso de un ser en su vientre enorme y fecundo. A todas amo y me felicito por ser de su especie[7].

En una entrevista realizada en 1995 específicamente se le pregunta ¿Qué significa ser mujer y además escritora en Latinoamérica? Y esto es lo que responde:
Pienso que hay una carga emocional muy grande, hay una dosis de sufrimiento bastante grande en el hecho de ser mujer porque de alguna manera tienes que luchar con uñas y dientes por tu lugar en el mundo. Uno de los grandes problemas que hemos tenido las mujeres es asumir nuestro propio cuerpo. En este sentido soy una privilegiada, porque yo nunca me he sentido culpable, me he sentido rabiosa cuando he visto mis derechos pisoteados. No me he sentido víctima de los hombres, a los hombres machistas los compadezco. Nosotras las mujeres tenemos que tomar conciencia de nuestro poder, pero hasta ahora en Latinoamérica no lo hemos tomado de forma como yo recibí mi feminidad, que fue como un poder[8].
En la poética de nuestra nicaragüense las reflexiones que devienen de la carne y sus sentidos se insertan en los que algunos llaman el género testimonial que particularmente ha captado la imaginación de Latinoamérica, donde además siguiendo las hipótesis de los estudiosos en el campo, tal intimismo permite explicar en qué consiste la condición de ser latinoamericano. En esta labor y a partir de “su cuarto propio” es que se mira con detenimiento, se encuentra a sí misma, y se vuelve a buscar, todo a partir de una visión literaria femenina y el arrancar un tiempo que a las mujeres se les ha negado, por ello con ciertos resabios judeo-cristiano del sabor de la culpa es que dice:
Cómo será, me pregunto, no sentir incesantemente que uno debería ocupar varios espacios al mismo tiempo? No pensar, mientras se tumba uno con un libro, que se debería estar haciendo otra cosa. Asumir, como hacen los hombres, la importancia del tiempo que dedicamos al propio enriquecimiento. Las mujeres tenazmente sentimos que le estamos robando tiempo a alguien. Que quizás en ese preciso instante se nos requiere y no se cuenta con nosotras. Precisamos todo un entrenamiento para no borrarnos, minimizarnos, constantemente. ¡Ah! ¡Mujeres, compañeras mías! ¿Cuándo nos convenceremos de que fue sabio el gesto de extenderle a Adán la manzana[9]?
Su vida es una rica fuente de experiencias donde además el ser mujer y desenvolverse como tal es de sumo complejo, pues ha sobrepasado lo que de ella se espera; es poeta, activista, esposa y casi de manera inmediata incursiona en la política comenzando en las “grandes ligas”, pues se integró al Frente Sandinista, que para ese tiempo 1970, era una organización clandestina que buscaba organizar un movimiento armado que terminara con la dictadura somocista.
La gran aportación de la literatura testimonial, o de la literatura escrita como testimonio, además de explicar la condición de ser latinoamericano, permite subvertir, con la/s historia/s personal/es de testigos presenciales -reales o inventados- la "historia oficial" de la propaganda política contemporánea o la configurada por los textos canónicos de la tradición literaria[10].

Este carácter personal de su obra ha permitido entonces poner en relieve uno de los temas básicos del feminismo, el de lo público y lo privado, y dicho de otro modo: Lo personal es político. Y en la obra de Gioconda como la de las mujeres feministas de Latinoamérica a diferencia del feminismo norteamericano, trabaja en una reflexión directa sobre el cuerpo, la condición de sujeto mujer y todos los descubrimientos y cuestionamientos que esto conlleva, al mismo tiempo del placer y sus derechos.
De ahí que en la vida concreta, en lo más cercano, se crea política, y sea posible desnudar los componentes de poder que se juegan en la intimidad, no solo la política es sexuada sino el sexo es político, y en ese camino el sexo remite al género y por supuesto a la sexualidad; partimos de una relación sexuada donde se sostienen relaciones de poder y control que en el acto de la expresión continua –y aquí esta parte de la apuesta- se pueden desnudar, cuestionar, fisurar. En el canto de Gioconda y sin más aparente pretensión que la amorosa, la coloca diciendo en el poema El hombre que me ame:
(...)
II
El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
conque yo estaré al lado suyo.
III
El amor del hombre que me ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.
IV
El hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo,
respetará la tristeza, el silencio
y con caricias tocará mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.
V
El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca donde descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones,
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.
(…)
VIII
El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en la trinchera
rodilla en tierra me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.
(…)
X
El amor de mi hombre
no le huirá a las cocinas,
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado,
las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados
como seres de distinta estatura.

El modo aparentemente íntimo de actuar es resultado de una educación adquirida por todos los medios sociales posibles, es decir, el conjunto de los amigos, la escuela, los medios de comunicación, las enseñanza de papá y mamá y un largo etcétera, donde lo privado ya no resulta tal y viceversa, de ahí que vemos el proceso de una Gioconda nicaragüense que traspasa además el binomio represión/liberación externo, sino es un proceso también de la liberación de nuestras propias barricadas; por ello coherencia y unidad caracterizan su expresión poética.
La mujer nicaragüense jugó un importante papel en la liberación política de su país, pero, ante todo, su participación en la revolución sandinista como en el caso de Gioconda representó un movimiento de auto liberación, de búsqueda de su identidad; ella pertenece a la generación de poetas que crearon un estilo revolucionario de rompimiento con estructuras míticas y creación de otras, gestadas a través de su realidad social. Decidida a rescatar el lugar de la mujer, su obra plasma la incesante búsqueda de la identidad llamase femenina y/o humana y el encuentro con la conciencia social, a través de la actitud revolucionaria.
Mujer que se reconoce en el otro/a, se reflexiona cuerpo sujetado desde la alteridad como un discurso que sobreviene ilegitimo y que desde Gioconda se trabaja desde el cuerpo y la propia búsqueda acompañada de otras mujeres, otras voces, otras colectividades que crean nuevas revueltas.
En otra entrevista se le preguntó acerca del "feminismo". ¿Qué dices al respecto? Se le dijo ¿Qué es esto del feminismo? Y ésta es su respuesta:
Entiendo el feminismo como entiendo la lucha por la igualdad de todos los seres humanos. Las mujeres hemos tenido que tomar esa bandera porque en las aspiraciones de igualdad, desde la Revolución Francesa hasta la Bolchevique, no se consideraba la igualdad de las mujeres. No considero pues el feminismo como una lucha contra el hombre, sino como una lucha contra una organización social que margina a la mujer, la restringe al área doméstica y priva al mundo y a los espacios públicos de ese potencial enorme que reside en el 50% de la población. Mi literatura celebra la feminidad como una diferencia entre los sexos que enriquece la existencia. Intento reflejar a la mujer en un espejo donde se vea poderosa, llena de vida y dones. Intento quitar las sombras que, por siglos, han contribuido a desvalorizarla y hacerla sentir como ciudadana de segunda clase[11].

Y así caracteriza al feminismo[12], desde una óptica de complementación, el saberse mujer, el saberse hombre, el acompañarse en el camino. Su texto representativo en este sentido es:
Nueva tesis feminista
¿Cómo decirte
hombre
que no te necesito?
No puedo cantar a la liberación femenina
si no te canto
y te invito a descubrir liberaciones conmigo.
No me gusta la gente que se engaña
diciendo que el amor no es necesario
-"témeles, yo le tiemblo"
Hay tanto nuevo que aprender,
hermosos cavernícolas que rescatar,
nuevas maneras de amar que aun no hemos inventado.
A nombre propio declaro
que me gusta saberme mujer
frente a un hombre que se sabe hombre,
que sé de ciencia cierta
que el amor
es mejor que las multi-vitaminas,
que la pareja humana
es el principio inevitable de la vida,
que por eso no quiero jamás liberarme del hombre;
lo amo
con todas sus debilidades
y me gusta compartir con su terquedad
todo este ancho mundo
donde ambos nos somos imprescindibles.
No quiero que me acusen de mujer tradicional
pero pueden acusarme
tantas como cuantas veces quieran
de mujer[13].

Saberse mujer ante otro que se sabe hombre, no juegos de alteridad sino de reconocimiento, otro no como enemigo o invasor, sino como diferencia/igualdad que no lacera ni castra, diferencia que defiende y no acepta ningún juicio que desdeñe lo que nuestra diferencia provoca, de ahí que vigorosa nuestra autora asume una posición a lo que se le ha dado por llamar literatura femenina como light, afirmando:
(…) Yo no siento que haya esa división en mi literatura. Pero hay críticos vagos que no tienen nada qué hacer, que andan buscando categorías; mira cómo han categorizado casi toda la literatura que se escribe por mujeres ahorita en Latinoamérica como literatura light, y han hecho esa categoría de la literatura femenina, pero es una configuración artificial y a la postre creo que los grandes críticos no ocupan esas categorías[14].

En otro momento categórica sostiene:

Mi literatura no es femenina, es una literatura donde la mujer es protagonista. Nadie diría que Hemingway escribe una literatura masculina. Mi literatura es la visión del mundo desde la perspectiva de la mujer. La discusión sobre los asuntos de género no nos compete a los escritores de literatura, para eso están los ensayos y todo eso. Lo que hacemos es cambiar el papel de la mujer. Es la mujer actuando[15].

Y como mujer actuando nos muestra otro texto de raíz feminista con una lejanía importante que su primera obra: Apogeo de 1997. Una diferencia importante con sus obras anteriores radica en que abre para mostrar su desnudez y ya no la figura de la heroína del amor, sino la vulnerabilidad que provoca apertura ante los cambios, se desdoble, agita y exhibe que el paso no es sencillo, un autoexilio a tierra forastera.
Amores excesivos Corazones como árboles o caravanas de camellos, me construyeron un largo sótano de tristezas. … Es así que por días dejo de ser la persona familiar en la que usualmente me acomodo y me convierto en la mujer que desgarra vestiduras tras su sombra[16].
De su obra, Belli afirma:

En este libro he querido celebrar el apogeo, el cenit, en la vida de las mujeres. Ese momento fundamental de la existencia donde la integridad y la belleza física, coexisten con la sabiduría y la madurez del intelecto... Mi estudio enfoca aquellos temas que expresan el feminismo en la obra. Entre ellos analizo el tema de la toma de conciencia feminista, el del descubrimiento de sí misma como mujer, (que conlleva a una proclamación feminista) el tema de la maternidad, y el tema de la edad pero relacionado con la menopausia entre otros[17].

El yo femenino tiene un proceso de trasformación importante. Va de una monolítica "Mujer" hasta otra más convincente, como decíamos, desnuda. Gracias a ello, nos permite transpirar en las contradicciones humanas, donde se trastoca y desenmascara el rígido modelo cultural femenino que algunas compañeras también pretendían sostener, el de la mujer todo lo puede, invencible, por una nueva voz poética que ha emergido desafiando al poder patriarcal de otras maneras.
Todavía podemos hablar de las escritoras como exploradoras y que -al contrario del hombre, que ve la sociedad con ciertos valores inamovibles- todavía se están replanteando cuáles son los parámetros. Allí, en ese tanteo, a veces el hombre se convierte en un monstruo. A mí no me gusta hacer eso. Tan afectado ha sido el hombre como la mujer por toda esta concepción patriarcal. Claro, el hombre pareciera ostentar el poder. Pero también ha perdido parte de su humanidad, se ha tenido que desintegrar[18].

En su poesía constante, cambiante, selvática y viva, Gioconda no es una monalisa de sonrisa estática, sino una mujer que exige cantando, exige gozando una reinterpretación anti hegemónica de la constitución de los sujetos y principalmente del sujeto mujer. Aprende a ser mujer, resignificándose, llenándose de múltiples contenidos capaces de reflejar novedosas prácticas de sí que nuestra revolución nos entregó; mujeres que no necesiten más ni amos, ni maridos, sino nuevos compañeros -como dice Florence Thomas -dispuestos a intentar reconciliarse con nosotras desde el reconocimiento imprescindible de la soledad y la necesidad imperiosa del amor[19]. Una necesidad/necedad gozosa e indispensable en la obra de Gioconda Bellí.
Vestidos de dinamita
Me tengo que ir a comprar las pinturas con las que me disfrazo todos los días para que nadie adivine que tengo los ojos chiquitos (como de ratón o de elefante). Estoy yéndome desde hace una hora pero me retiene el calor de mi cuarto y la soledad que, por esta vez, me está gustando y los libros que tengo desparramados en mi cama como hombres con los que me voy acostando, en una orgía de piernas y de brazos que me levantan el desgano de vivir y me arañan los pezones, el sexo, y me llenan de un semen especial hecho de letras que me fecundan y no quiero salir a la calle con la cara seria cuando quisiera reír a carcajadas sin ningún motivo en especial más que este sentirme preñada de palabras, en lucha contra la sociedad de consumo que me llama con sus escaparates llenos de cosas inalcanzables y a las que rechazo con todas mis hormonas femeninas cuando recuerdo las caras gastadas y tristes de las gentes en mi pueblo que deben haber amanecido hoy como amanecen siempre y como seguirán amaneciendo hasta que no nos vistamos de dinamita y nos vayamos a invadir palacios de gobierno, ministerios, cuarteles... con un fosforito en la mano[20].

EL AMOR Y EL EROTISMO LA FUENTE DE SU ARS POÉTICA

Sus tres primeros poemarios, Sobre la grama (1970), Línea de fuego (1978) y Truenos y arco iris (1982) mostraban un elemento en común, que era la conceptualización del amor de pareja como una metáfora multivalente que representaba la unidad socio-política y de género en oposición a la tiranía. Ese amor era "arma contra la opresión… el deseo dionisíaco que vence a la muerte, a la desesperación”[21]. Nuestra poeta no cae de modo irresistible –aunque guarda sus momentos de contradicción- al modelo o mito del amor romántico per sé, no ubica el sacrificio, ni el papel cenicienta, no anda en búsqueda de su andrógino, es decir, completar su naranja partida, no juega con la tradicionales cartas pasivas al camino coercitivo y paradigmático de institucionalizar sus emociones/afecciones a través del matrimonio y la familia plena, no es la princesa rescatada del cuento rosa para vivir una eterna historia feliz, donde ella sea la que cuide y aguarde alegremente mientras los otros construyen historia. No, con Gioconda en el amor también crea historia, historias, se forjan revoluciones.
Gioconda ama con el cuerpo, se entrega, reclama y se estremece, no da caricias a medias, se sabe vulnerable y abre su desnudez para fortalecerse. Como mujer empoderada ama con los cabellos en la mano, no acepta engaños, ella no engaña, quiere comunicarse, ella lo dice todo, ansia estremecer, ella se estremece.
Cuando ella habla de una sociedad nueva y la construye desde su cuerpo, también está hablando de nuevas relaciones de amor.
Te quiero como gata boca arriba,
panza arriba te quiero,
maullando a través de tu mirada,
de este amor-jaula
violento,
lleno de zarpazos
como una noche de luna
y dos gatos enamorados
discutiendo su amor en los tejados,
amándose a gritos y llantos,
a maldiciones, lagrimas y sonrisas
(de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría)

Te quiero como gata panza arriba
y me defiendo de huir,
de dejar esta pelea
de callejones y noches sin hablarnos,
este amor que me marea,
que me llena de polen,
de fertilidad
y me anda en el día por la espalda
haciéndome cosquillas.
(…)
Te quiero como gata agradecida,
gorda de estar mimada,
te quiero como gata flaca
perseguida y llorona,
te quiero como gata, mi amor,
como gata, Gioconda,
como mujer,
te quiero.

Es una felina que identifica su animalidad, su pulsión originaria y esta es la que ofrece en el amor, el cual no define, no sistematiza, no congela. El amor pasa por espacios diversos, no por el los mitos, encantamientos, el amor que congela o el la Eva rota, sino como rechazo de ser costilla que más bien parece Lilith, y donde siempre es cuerpo, renovación, compartir. Una comunicación que se vuelve ciclo vital, a veces languidez que extraña en los domingos, y otras tantas, perdición y gozo como nos confiesa en Todo sea por amor. Pero –insistimos- no es la mujer sacrificada, ni la Penélope que teje y se resigna, es la que por su madre y contra ella, le gusta ser. Una mujer que busca y no obedece y exige un hombre de los nuevos tiempos para crear camino.
Leámosla en un fragmento de Definiciones:

Podríamos tener una discusión sobre el amor.
Yo te diría que amo la curiosa manera
en que tu cuerpo y mi cuerpo se conocen,
exploradores que renuevan
el más antiguo acto del conocimiento.

Diría que amo tu piel y que mi piel te ama,
que amo la escondida torre
que de repente se alza desafiante
y tiembla dentro de mí
buscando la mujer que anida
en lo más profundo de mi interior de hembra.
(…)
Diría que amo tu voz
sobre todo cuando decís poemas,
pero también cuando sonás serio,
tan preocupado por entender
este mundo tan ancho y tan ajeno.

Diría que amo encontrarte
y sentir dentro de mí
una mariposa presa
aleteándome en el estómago
y muchas ganas de reírme
de la pura alegría de que existía y estás,
de saber que te gustan las nubes
y el aire frío de los bosques de Matagalpa.
Podríamos discutir si es serio
esto que te digo.
Si es una quemadura leve, de segundo,
tercer o primer grado.
Si hay o no que ponerle nombre a las cosas.
Yo sólo una simple frase afirmo
Te amo

Otro ejemplo claro de su búsqueda y sacar el amor de los moldes que le heredan y que ella con su poesía reconstruye, es extender el concepto amoroso en Línea de fuego por ejemplo, donde incorpora la protesta y la ilusión del futuro. Nicaragua se hace protagonista, pero las imágenes que utiliza, la constituyen como algo vivo. Los poemas de amor a Nicaragua son poemas de amor de pareja, carnal y también social, no posesivos ni excluyentes.
Apela a todos los hombres y mujeres de su país, de Latinoamérica, del mundo.
REGLAS DEL JUEGO PARA LOS HOMBRES QUE QUIERAN AMAR A MUJERES
I
El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en mí,
la golondrina transparente de la ternura.
(…)
VI
El hombre que me ame
hará poesía con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.
VII
Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si es necesario.
(…)
IX
El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento
en una plaza llena de multitudes.
Podrá gritar -te quiero-
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el más hermoso y humano de los sentimientos.
(…)
XI
El amor de mi hombre
no querrá rotularme y etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.

Los poemas de amor están presentes en todos los ríos de palabras de Bellí, y no se circunscriben en palabras que abrazan el lugar común sólo del te amo, o el tu y yo, sino están insertas en la lucha política, en la Nicaragua insomne, en las otras mujeres que abraza, en el cuerpo, su ser mujer y su erotismo. Amor, cuerpo y erotismo es la triada que sostiene en su construcción de sujeto mujer/feminista, por lo que un elemento insoslayablemente nos coloca en el otro/a, fluye, se revuelve y como en sus novelas es siempre una mujer habitada.
Por ello transitemos al camino de su poesía erótica, la cual no confunde con el amor, pues no cae en la trampa patriarcal de encerrar el encuentro erótico a partir del amor, la protección y el príncipe azul superviviente que es como característicamente se ha instruido a las mujeres, sino rebasa todo sentido –colocando al cuerpo como móvil del deseo-, la resignificación del encuentro con el otro/a. Además la poesía erótica, también para nuestra autora, representa una parte de esta insurgencia necesaria que ha permitido a las mujeres ir conquistando espacios tradicionalmente relegados a los hombres. Por medio del erotismo, las mujeres pueden liberarse de alguna loma hacia el descubrimiento de su propio cuerpo y su más íntima sensibilidad[22].
Ella misma así lo señala: “(…) Empecé a escribir poesía erótica porque no tenía prejuicios ni tabúes con respecto al sexo, tuve la suerte de tener una madre muy sana que nunca me habló del sexo de una forma sucia o pecaminosa, al contrario siempre me lo planteó como una cosa hermosa y ser mujer me lo hizo sentir como un poder, no como una debilidad”[23].
Por tanto Bellí, habla del Cuerpo con la avidez abrevada y tranquila, y de su humedad cifrada, de sus selvas untuosas y sus vertientes, habla del erotismo, de la ciénaga viva como el pilar de la expresión y vida con/en el humano. Habla de la entrega radical, como la posibilidad de alcanzar “(…) al ser en lo más intimo, hasta el punto del desfallecimiento”.[24]
Quedará de nosotros
algo más que el gesto o la palabra:
Este deseo candente de libertad,
esta intoxicación,
¡se contagia[25]!

En su poética el cuerpo es el vínculo que se abre a la continuidad, a un estado de comunicación que sobrepasa los límites del yo, un ser obsceno que se perturba con la alteración de todos los territorios trazados; un ser que muere con y a partir del otro, un ser que refunda, renueva su historia a cada instante.
Tu cuerpo son todas las frutas.Te abrazo y corren las mandarinas;te beso y todas las uvas sueltanel vino oculto de su corazónsobre mi boca.Mi lengua siente en tus brazosel zumo dulce de las naranjasy en tus piernas el promegranateesconde sus semillas incitantes.Déjame que coseche los frutos de aguaque sudan en tus poros:Mi hombre de limones y duraznos,dame a beber fuentes de melocotones y bananosracimos de cerezas.Tu cuerpo es el paraíso perdidodel que nunca jamás ningún Diospodrá expulsarme
Y parece que Gioconda hubiese leído a la feminista francesa Hélene Cixous cuando ésta habla de la importancia de que las mujeres escriban sobre su cuerpo, ya que al hacerlo -dice- podrán liberar su inconsciente, silenciado durante tanto tiempo. Y en este camino Bellí no sólo habla de él, sino se lo apropia, se cuestiona y cuestiona a lxs otrxs, y por supuesto, no se arrepiente de nada:
No me arrepiento de nada
Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
(….)
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
-en horas de oficina-
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.


Ella misma habla de cómo concibe el erotismo, como se desenvuelve cuerpo/deseo/goce además redefiniendo el amor, un amor no impuesto sino desde la refundación de su sujeto mujer:
Hubo, recuerdo, quienes se refirieron a mi poesía como poesía vaginal, o quienes se escandalizaron de que una mujer aludiera al cuerpo masculino como par de su deseo. Aunque desde mis primeros poemas tuve conciencia de que revelaba la sensualidad de mi impulso amoroso, el tránsito de la manifestación espiritual de mi amor de mujer a un lenguaje donde el cuerpo ocupaba el centro metafórico, me pareció no sólo natural, sino más acorde con el género que cambió la comodidad eterna por el olor y sabor de una lustrosa manzana. Me parecía incongruente que en una cultura donde se exaltaba a la mujer como objeto de deseo, se considerara impropio que ella deseara a su vez. Pasar de ser la que es mirada a ser la que mira fue para mí un acto de libertad necesario. Mantener la ficción de la pasividad femenina era negarle el erotismo al amor y continuar validando la mentirosa y masculina noción de que hay un cazador y una presa. El verdadero erotismo, a mi juicio, no podía existir más que a partir de dos sujetos interactuando. De allí que el salto que dí y que sólo tiempo después reconocí como mi mayor y más feliz transgresión fue el de situarme como sujeto de mi propio erotismo. Al dejar de aceptarme como objeto, escribí desde una posición de poder, ergo “masculina”, redefiniendo el amor y la sensualidad en mis términos de mujer. Creo que, más que participar en una revolución, esto es lo más revolucionario que he hecho en mi vida[26].

Sencillamente un humana que también se llama cuerpo y lo textualiza, cuenta su historia, no depende, sino como -mujer autónoma- se sabe goce, y en la entrega hacia el otro y con el otro, puede por un momento, disolver poder, reconfigurar el modo de significarse y de estar. Es una metáfora táctil, es una mujer que no se inhibe, propone.
Y este es un cambio importante en la poética erótica de Gioconda donde no objetualiza las relaciones como pretende el individualismo moderno, además posicionándose frente al dualismo cartesiano, donde prefiere a partir de su transgresión, de su cuerpo todo, posibilitar una transformación en el modo de participarse y de estar con el otro.

Ahora bien, ¿cómo es que es que con el cuerpo punto posible de encuentro y de articulación “(…) por el que puede pasar el hilo del relato o las metáforas de un poema”[27], se enlaza, comunica o conecta eróticamente con el otro? ¿Cómo es que este espacio abierto donde comparto la multiplicidad, esta cimiente de extensión puede desarrollarse con otro que me significa, y donde juntos, nos volvemos síntomas de tempestades, voces que se vuelven pieles, ojos que se plasman en expresiones que nos hablan, que nos callan?
Los seres humanos -dice Georges Bataille- vivimos solo a través del exceso, por ello, hemos de estar abiertos, abiertos a la vida, y a la muerte.
El erotismo es un cuerpo que se escamotea a la materialidad aunque parta de ella, o mejor, es un cuerpo que se recrea o un cuerpo sobre el que se construye la poesía. Es por ello algo concreto, algo tangible, pero a la vez es un cuerpo inexistente en su concreción para detentarse en la concreción de la palabra. Cuerpo-texto que destruye el cuerpo - carne pero que se monta en él para transformarlo, para sustituirlo. Por ello es delito, es más, es perverso.[28]

La noción de cuerpo puede abrazar otros linderos, que al parecer nuestra poeta a aprehendido, la noción de un cuerpo con huellas de persistencia, un goce que sobrepasa la experiencia y que marca el misterio del cuerpo que habla. Entiendo entonces, que el acto erótico puede hacernos trascender en el instante de la totalidad universal.
Entre tus piernas
el mar me muestra extraños arrecifes
rocas erguidas corales altaneros
contra mi gruta de caracolas concha nácar
tu molusco de sal persigue la corriente
el agua corta me inventa aletas
mar de la noche con lunas sumergidas
tu oleaje brusco de pulpo enardecido
acelera mis branquias los latidos de esponja
los caballos minúsculos flotando entre gemidos
enredados en largos pistilos de medusa.
Amor entre delfines
dando saltos te lanzas sobre mi flanco leve
te recibo sin ruido te miro entre burbujas
tu risa cerco con mi boca espuma
ligereza del agua oxigeno de tu vegetación de clorofila
la corona de luna abre espacio al océano
De océano los ojos plateados
fluye larga mirada final
y nos alzamos desde el cuerpo acuático
somos carne otra vez
una mujer y un hombre
entre las rocas.

Éxtasis, es embriaguez, desdoblamiento, vacío, cambio, delirio. Para Bataille, el éxtasis es la única salida del no saber, al fusionarse y desaparecer en el instante el sujeto y el objeto, lo que permanece es el no saber, la noche. Por ello la experiencia interior es la ampliación de las posibilidades humanas hasta su límite. El cuerpo desnudo será la dimensión emblemática de la cancelación de la identidad.
Y esta es parte de la experiencia interior de Gioconda:
Aspira suspira
muérete un poco
dulce lentamente muérete
agoniza contra la pupila extiende el goce
dobla el mástil hincha las velas
navega dobla hacia Venus
estrella de la mañana
- el mar como un vasto cristal azogado -
duérmete náufrago.

La desnudez revela al cuerpo en su fragilidad, colocado en esa inminencia del derrumbe de todas las barreras de sí. El cuerpo desnudo, indefenso, es el cuerpo en su capacidad de entrega radical, despojado de otra máscara que no sea su espera. Es un cuerpo sometido a la presencia del otro, pero este sometimiento es la raíz de la intensidad que hace posible la voluntad de trasgresión. Los sujetos entregados a la desnudez experimentan esa intensidad ante el resplandor de la finitud escenificado y celebrado en la presencia del otro, pero esta intensidad tiene algo de oscuro, de incierto, de muerte.
Traspasa la tierra del fuego la buena esperanza
navega loco en la juntura de los océanos
cruza las algas ármate de corales ulula gime
emerge con la rama de olivo llora socavando ternuras ocultas
desnuda miradas de asombro
despeña el sextante desde lo alto de la pestaña
arquea las cejas abre ventanas de la nariz.

Para Bataille, pensar el erotismo es pensar en la colindancia del don extremo y el despojamiento de sí mismo; es hablar de la celebración de la vida como derrame de la voluntad de disgregación, como desbordamiento de la intensidad. El cuerpo es el fundamento, el destino último y la potencia de la lucidez. El cuerpo entonces, es desmoronamiento de los límites, lugar donde la trasgresión tiene el espacio concreto, herida abierta que no es nada, si el otro no me conforma, el otro que me constituye y que en el nudo carnal se hace partícipe de lo imposible.
Yo caliento tus noches
encendiendo volcanes en mis manos,
mojándote los ojos con el humo de mis cráteres.
Yo he llegado hasta vos vestida de lluvia y de recuerdo,
riendo la risa inmutable de los años.
Yo soy el inexplorado camino,
la claridad que rompe la tiniebla.
Yo pongo estrellas entre tu piel y la mía
y te recorro entero,
sendero tras sendero,
descalzando mi amor,
desnudando mi miedo.
Yo soy un nombre que canta y te enamora
desde el otro lado de la luna,
soy la prolongación de tu sonrisa y tu cuerpo.
Yo soy algo que crece,
algo que ríe y llora.
Yo,
la que te quiere.

Y en efecto, la que quiere y además se rebasa, es la de mujer cuerpo ya no frente al goce, sino con el goce. Claramente se rebela ante el modelo univoco de "Mujer" ese que condena y reprime los placeres, sino se explaya, fantasea y celebra su poder erótico Poemas como "Mujer Irredenta," "No me arrepiento de nada," "La mujer se encuentra a sí misma" y "Declaración narcisista" son muestras de ello.
El cuerpo no reclama caricias. Se acomoda en la fuente interior. Las ciudades, los parques, las avenidas sombreadas del recuerdo o la imaginación. Por allá alguien toca una música melancólica, alborotando el placer de viejos estremecimientos. La presencia del corazón, los pulmones, el hígado, las piernas procura una cierta mansa felicidad. ¡Cuantos años para esto! Cuánto tiempo buscando lo que estaba tan cerca.

Cuantos años y cuantos siglos para que el goce se desatara, para que las mujeres se empoderaran y éste fuera parte de nuestros pasos, y para algunas, pilar de las propias revoluciones. Desde la óptica de la nicaragüense en la relación con nuestro propio cuerpo, las mujeres hemos desarrollado una especie de emocionalidad orgánica que nos permite una vivencia totalizante entre logos y eros.
Entré a la lucha política por extensión de esta rebelión personal –la mujer que se revela, se rebela, dijo José Coronel Urtecho- y porque en las tardes de mi niñez una mujer sentada frente a su tocador y absorbiendo la luz vespertina del pequeño jardín del traspatio de mi casa, conversaba largamente conmigo sobre las responsabilidades del amor. A mi madre le debo no sólo la vida, sino la comprensión intelectual de lo que significa estar viva. Su asociación ética del azar biológico que, en su interior de mujer fértil, me había escogido a mí entre cientos de posibles criaturas; y la responsabilidad que esta suerte de lotería de la existencia traía aparejada, me marcaron profundamente. Esta lectura –romántica y quizás grandielocuente de mi propia génesis- fue el sustento intuitivo que me convenció de que mi condición humana demandaba que lo lúdico se expresara en términos sociales en la búsqueda de la felicidad común. Del erotismo de la carne pasé al erotismo de la Patria. Me sumé como tantos otros jóvenes de mi generación a la lucha de Eros, contra el Thanatos que a diario se nos aparecía en su encarnación de general de ejércitos y sumo dictador. Matar la muerte fue nuestra alternativa. La lucha como se vivió en el proceso que acabó con la dictadura somocista, fue una hazaña de la imaginación que inspiró su propia épica. Para mí, la revolución constituyó un hecho erótico. El cuerpo del hombre y mi propio cuerpo se metamorfosearon en el cuerpo del país y los amores humanos y ciudadanos se confundieron en uno solo. Nicaragua se hizo mi amante mítico y la misión de contarla y cantarla me poseyó. Fue así que me enamoré de ella, me comprometí, escribí apologías, soñé con un matrimonio perpetuo y una vejez feliz y de lo único de todo eso que reniego ahora es de los despojos de mi familia política[29].

Es la hora del más alto erotismo. El placer es revolucionario y la revolución erótica comienza en la palabra, los actos, las decisiones que nos llevan a la autonomía y la esperanza creativa que mujeres como Gioconda Bellí han tomado como el pilar de sus reflexiones. ¿Qué falta para que las mujeres se gocen, se abran al camino de lo inexpugnable y lo inaprensible? Por lo pronto, una lectura de cómo ella dice su “hoja de vida” nos permite admirar la capacidad lúdica inagotable del ser humano y su participación urgente en la dialéctica de la historia, que es también nuestra historia, en la desnudez de la vida con miedos y sin ellos, con certezas y muchas afortunadas incertidumbres.
Es urgente que las mujeres no nos auto saboteemos, nos atemos a las viejas formulas de la vida patriarcal que nos invisibiliza y a la postre desaparece. ¿Qué es lo que pasaría si abolimos los condicionalismos y nos abrimos a un proceso de autonomía y empoderamiento del ser humano/mujer que decidamos construir? Probablemente muchas de las claves estén en el cuerpo, y otra vez en la revolución del placer; exploremos y permitamos que Gioconda Bellí nos acompañe en nuestra propia música de búsqueda.






BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
Bataille, Georges, El erotismo, Tusquets, México, 1997.
Belli, Gioconda. Apogeo. Madrid: Visor, 1998.

---. El país bajo mi piel. Memorias de amor y guerra. Barcelona: Plaza y Janés, 2001.

---. Poesía Reunida. México: Editorial Diana, 1989.
---. “La poesía me sobrepasa”, Entrevista por Patricia Venti en (Heidelberg, Alemania, 1995) en http://www.letralia.com/152/entrevistas01.htm

---.DISCURSO DE INGRESO A LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA, en http://www.giocondabelli.com/conferencias/discurso%20ingreso%20RALE.htm

Garrido Lorena, 2005, «Storni, Mistral, Ibarbourou: encuentros en la creación de una poética feminista». Documentos Lingüísticos y Literarios 28: 34-39 www.humanidades.uach.cl/documentos_linguisticos/document.php?id=90
Grau-Lleveria, Elena. «La poesía erótica de Gioconda Belli: Tradición y alteración.» Afrodita en el trópico; erotismo y construcción del sujeto femenino en obras de autoras centroamericanas. 1999. 47-59

Glanz, Margo, “Poesía y erotismo” en Bataille Georges Lo imposible, Premia editores, México, 1989.
Iffland, James. Ensayos sobre la poesía revolucionaria de centroamérica. San José, Costa Rica: EDUCA, 1994.

Kearns, Sofía. Hacia una poética feminista latinoamericana: Ana María Rodas, María Mercedes Carranza y Gioconda Belli. Diss. University of Illinois at Urbana-Champaign, 1995.

Martínez Adelaida, FEMINISMO Y LITERATURA EN LATINOAMÉRICA en http://www.correodelsur.ch/Arte/literatura/literatura-y-feminismo.html

Palacios Conny en:
Gioconda Belli: La expresión del feminismo en Apogeo http://www.escritorasnicaragua.org/critica?idcritica=70

Ross Yazmín, GIOCONDA BELLI Y SUS PRESAGIOS Entre la nada y la utopía Extraído del semanario Brecha - Montevideo http://www.trovarelamerica.org/entrevista-desde-un-arcon-gioconda-belli-escritora-nicaraguense/

[1] Belli Gioconda, poema “cotidiano” del poemario Sobre la grama (1970-1974) en Poesía Reunida. México: Editorial Diana, 1989.
[2] A lo largo del presente trabajo siempre la palabra femenino aparece en cursivas, cuestionando así a la palabra en sí misma que contiene implicaciones y roles ideológicos que se encuentran en permanente discusión.
[3] Existe una literatura de mujeres o es simplemente literatura? Es absurda la separación entre literatura y literatura de mujeres. Sería como decir que la otra literatura escrita por los hombres es masculina. Es claro que existe un lenguaje masculino y otro femenino porque cada uno escribe como lo que es, y si soy una mujer hablo como mujer, hay un lenguaje particular que pertenece a la mitad del género humano. Pero hacer la separación entre literatura y literatura de mujeres es peyorativo, es como decir que nosotras las mujeres tenemos una cabeza y somos capaces de pensar, de ver con ojos propios el mundo. En Belli Gioconda, “La poesía me sobrepasa”, Entrevista por Patricia Venti en (Heidelberg, Alemania, 1995) en http://www.letralia.com/152/entrevistas01.htm
[4] Garrido Lorena, 2005, «Storni, Mistral, Ibarbourou: encuentros en la creación de una poética feminista». Documentos Lingüísticos y Literarios 28: 34-39 www.humanidades.uach.cl/documentos_linguisticos/document.php?id=90
[5] Desde mediados de los años setenta hasta nuestros días, esta autora ha publicado seis libros de poemas -Sobre la grama (1974), Línea de fuego (1978), Truenos y arcoiris (1982), De la costilla de Eva (1987), El ojo de la mujer (1991), Apogeo (1997)- y tres novelas -La mujer habitada (1988), Sofía de los presagios (1990) y Waslala (1996)-, obras con las que ha obtenido una excelente acogida por parte de público y de crítica.

[6]Belli, Gioconda. Apogeo. Madrid: Visor, 1998, 101-2
[7] ---. Poesía Reunida. México, op; cit.
[8] Belli Gioconda, “La poesía me sobrepasa”, Entrevista por Patricia Venti en (Heidelberg, Alemania, 1995) en http://www.letralia.com/152/entrevistas01.htm
[9] Belli Gioconda, Poesía Reunida, op, cit.
[10] Martínez Adelaida, FEMINISMO Y LITERATURA EN LATINOAMÉRICA en http://www.correodelsur.ch/Arte/literatura/literatura-y-feminismo.html
[11] ENTREVISTA A GIOCONDA BELLI, El arte y los artistas En http://www.mundoforo.com/archivo/mensajes/7610/candombeando/el-arte-y-los-artistas-entrevista-a-g-belli.html
[12] Entiéndase el feminismo de Gioconda Bellí como uno de los tantos modos de acceder y construir el discurso feminista, ubicado teóricamente en el feminismo de la igualdad, con todas las polémicas que con lleva desde la óptica del feminismo de la diferencia o el anarkofeminismo por sólo citar algunos ejemplos.
[13] Bellí Gioconda, Poesía Reunida, op, cit.
[14] http://www.casamerica.es/casa-de-america-virtual/literatura/articulos-y-noticias/gioconda-belli
[15] Ross Yazmín, GIOCONDA BELLI Y SUS PRESAGIOS Entre la nada y la utopía Extraído del semanario Brecha - Montevideo http://www.trovarelamerica.org/entrevista-desde-un-arcon-gioconda-belli-escritora-nicaraguense/
[16] Belli, Gioconda. Apogeo. Madrid: Visor, 1998, op, cit.
[17] Palacios Conny en:
Gioconda Belli: La expresión del feminismo en Apogeo http://www.escritorasnicaragua.org/critica?idcritica=70
[18] Ross Yasmín GIOCONDA BELLI Y SUS PRESAGIOS, op. Cit.
[19] Soy feminista Florence Thomas, Cofundadora del grupo Mujer y Sociedad
[20] en: http://www.laneta.apc.org/cidhal/suple/sembla.html
[21] Grau-Lleveria, Elena. «La poesía erótica de Gioconda Belli: Tradición y alteración.» Afrodita en el trópico; erotismo y construcción del sujeto femenino en obras de autoras centroamericanas. 1999, p, 51.
[22] CAMPELL BARR SHIRLEY, La mujer en la poesía latinoamericana: De musas a Feministas
[23] Belli Gioconda, “La poesía me sobrepasa”, Entrevista por Patricia Venti en (Heidelberg, Alemania, 1995) en http://www.letralia.com/152/entrevistas01.htm
[24] Bataille Georges, El erotismo, Tusquets, México, 1997, p. 22.
[25] Gioconda Belli. Línea de fuego (1974-1978) ,poema: QUEDARÁ DE NOSOTROS

[26] Bellí, Gioconda, DISCURSO DE INGRESO A LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA, en http://www.giocondabelli.com/conferencias/discurso%20ingreso%20RALE.htm
[27] Bataille Georges, El erotismo, op, cit.
[28] Glanz Margo, “Poesía y erotismo” en Bataille George Lo imposible, Premia editores, México, 1989.
[29] Bellí, Gioconda, DISCURSO DE INGRESO A LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA, op, cit.

"El amor ha sido el opio de las mujeres"


Kate Millet: "El amor ha sido el opio de las mujeres"
Entrevista con la feminista autora del libro 'La política del sexo'
LIDIA FALCÓN - Nueva York - 21/05/1984


Kate Millet es escultora, escritora, feminista. Cualquiera de estas actividades basta por sí sola para llevarla al éxito. Pero tuvo que ser el escándalo el que la convirtiera en una mujer famosa. Su libro Sexual's politics (La política del sexo), que fue su tesis doctoral, dio la vuelta al mundo, sobre todo a partir del momento en que se atrevió a definirse como bisexual y la revista Time publicó en portada su retrato para vergüenza suya y de su grupo feminista. Ya todo aquello pasó. Kate puede sonreir cuando recuerda ciertos años, que hoy para nosotras, las vergonzantes feministas españolas, son nuestro presente. Un presente plagado de disputas y lucubraciones teóricas esterilizantes.
"Las feministas norteamericanas no somos todas la misma cosa", dice Kate Millet. "Hay todo tipo de mujeres y de enfoques, pero no gastamos nuestra energía en luchas intestinas. La canalizamos en la lucha por la igualdad de derechos, por el aborto, por el salario igual".La marca de fábrica del feminismo europeo es la lucha de clases mucho más marcada en este continente que en América, y que condiciona todos los restantes movimientos.
"Ése es, probablemente, uno de sus problemas", ironiza Kate, "en Europa, naturalmente. En Estados Unidos apenas hay izquierda. Nuestra tradición es muy pobre, apenas se conoce a Marx o las cuestiones de la lucha de clases. La gente, de Reagan para abajo, se pasa la vida mirando las estupideces de la televisión. Esa gente, a quien Reagan ha jodido, despojándola de sus derechos, de sus ayudas económicas, sigue respaldándolo. Y nuestra clase obrera, medida por el criterio europeo, es la más inconsciente y la más confundida del mundo. Así que existe este enorme vacío en la izquierda norteamericana, lo que es una enorme tragedia y un gran fracaso, mientras que en Europa, donde la izquierda está tan bien desarrollada, el feminismo se identifica con la izquierda en gran medida. Pero eso también tiene problemas, puesto que dificulta la difusión y el desarrollo del pensamiento feminista, ya que siempre la izquierda le está diciendo lo que tiene que hacer".
Kate hace hincapié en la frustración que ha supuesto para la izquierda de Estados Unidos la pérdida del sentido de lucha que tuvo durante la guerra de Vietnam. Y el vacío que se sintió en aquel momento en la lucha de la mujer, que fue llenado por el feminismo.
"Es una verdadera pena que no tengamos un partido feminista en Estados Unidos, donde el movimiento es una fuerza política independiente y poderosa. Me parece estupendo que fundarais vosotras uno. Aquí haría falta primero establecer a las mujeres como clase política. Ésa sería la toma de posición política más fuerte que ninguna otra que conozca en Estados Unidos".
'Estamos asediadas'
P. ¿Qué esperas del futuro del movimiento en Estados Unidos?
R. Es un movimiento muy fuerte, muy genuino; así que perdura y se mantiene. Tiene mucho arraigo y perdurará, gústele o no a los medios de comunicación. Pero estamos asediadas, pasando un terrible reflujo. El ambiente de la opinión pública es espantoso, muy conservador con la mayoría moral, un régimen muy reaccionario en el poder, y esto ha atenuado mucho la comprensión de las cosas. La inconsciencia ciudadana permite el desmedido presupuesto militar, la invasión de Nicaragua y de El Salvador. Este régimen ha logrado intimidar económicamente a la población. Los norteamericanos están muy mimados. En otros países, la gente va a la cárcel y enfrenta la tortura para defender sus posiciones. A los norteamericanos les aprietas un poco el bolsillo y son como conejos, sin atreverse a hacer ruido. Hay una tendencia general hacia todo tipo de autoritarismo: el patriarcado, claro, el militarismo. Los que están en el Gobierno saben bien lo que hacen, el pueblo acepta a la CIA y a las otras agencias secretas, la reglamentación de la vida de los ciudadanos, la erosión de los derechos civiles. Todo el presupuesto se ha modificado: lo que antes se dedicaba a servicios humanos, ahora se derrocha en guerras inusitadas. Ahora mismo, éste es un sitio muy sombrío.
A mí me parece sumamente alarmante la conducta del pueblo norteamericano. El silencio y la apatía son sobrecogedores no sólo para Estados Unidos, sino para el mundo entero. Estados Unidos es una potencia imperialista que despoja a otros países de su riqueza, aun de su sustento, manipula sus Gobiernos, viola impunemente el derecho internacional y ha montado este tinglado demencial de confrontación entre las superpotencias y sus dichosos misiles. Me encuentro muy enajenada de Estados Unidos actualmente.
P. ¿Sólo hablas ahora como ciudadana o como feminista?
R. Como feminista, me siento más optimista que como ciudadana, ya que estoy vinculada a un movimiento intemacional. Es consolador el derecho del internacionalismo. Verdaderamente, el nacionalismo es una idea fatal, y en Estados Unidos es una especie de tumor maligno. La internacionalización del feminismo es una gran esperanza para todos, es lo que nos vincula con las mujeres de Nicaragua, de El Salvador, de Francia, de España.
P. ¿Qué significa para ti el amor?
R. Significa gran parte de mi vida. Conozco el amor heterosexual y el homosexual, y como lesbiana he conocido la persecución, la maledicencia y el maltrato. El amor ha sido el opio de las mujeres, como la religión el de las masas. Mientras nosotras amábamos, los hombres gobernaban. Tal vez no se trate de que el amor en sí sea malo, sino de la manera en que se empleó para engatusar a la mujer y hacerla dependiente, en todos los sentidos. Entre seres libres es otra cosa.
P. ¿Es preferible el amor homosexual para las mujeres?
R. Yo creo que para mí, como para otras muchas mujeres como yo en el movimiento, que amamos mujeres, fue algo tan natural como inevitable. La camaradería que fuimos forjando nos llevó a cruzar la barrera sexual simplemente. Pero sobre todo hay que pensar que el movimiento feminista debe mantenerse unido, y ello exige una redefinición del lesbianismo dentro del feminismo. Crear unanimidad y tolerancia entre homosexuales y heterosexuales y luchar por objetivos comunes. Vivimos una época en que no sólo el patriarcado, sino la heterosexualidad, están en vías de desaparición, por lo menos como los hemos conocido hasta ahora, que son verdaderas monstruosidades.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Kate/Millet/amor/ha/sido/opio/mujeres/elpepisoc/19840521elpepisoc_5/Tes/

viernes, 1 de enero de 2010

Es a ti a quien miro


Es a ti a quien miro
DIANA MARINA NERI ARRIAGA



No me digas tu nombre.
Lo sé,
lo he olvidado,
apenas lo recuerdo…
ya no importa

Prefiero esta noche ronca
este olor a sol muerto
estas ganas de estrecharte

Prefiero el color de tu rubio conejo
y mi cabello suelto

Ya no quiero más sangre en el coño
¡Quiero una fábrica de vibradores!

¿Qué diría mi sombra si te encontrara?
¿Qué dirías si hoy te dijera que sólo te miro, sólo te amo, sólo te olvido?

¿Dónde estás Aziz?…. Qué el desgarro me acecha…

M A N I F I E S T O ANTICAPITALISTA 2010

M A N I F I E S T O ANTICAPITALISTA 2010
Declaración de colectivos, organizaciones e individu@s adherentes a la VIDSL y a La Otra Campaña participantes en la Asamblea Nacional de Adherentes del 26 y 27 de diciembre de 2009
A los Pueblos Explotados de México y del Mundo
Estas palabras son dirigidas a la gente que al recorrer este largo camino de la vida ha encontrado, al igual que nosotros, explotación, humillación, hambre y desigualdad. Pueden entender entonces que nuestro andar no ha sido nada fácil, pero lo más difícil ha sido el no conformarnos y tratar de cambiar esa realidad que nos oprime. Por eso luchamos por mejores condiciones de vida y de trabajo, por medio de la organización, la protesta social y otras formas de resistir que han sido nuestra forma de vida; y a lo que nos hemos enfrentado es a la represión del Estado. Es la manera en que el modo de producción capitalista responde a nuestras demandas, castigándonos por defender nuestro derecho a la vida. Conocemos de cerca el significado de la represión, la hemos vivido, conocemos sus formas, como lo son el asesinato, la cárcel, la tortura, la desaparición, la marginación. Hoy llamamos a luchar en contra de este sistema de muerte, por la vida, por un sistema más justo
- Marco Histórico
La nación mexicana, es el resultado que nos dejan 500 años de resistencia e insurrecciones de las naciones indígenas en contra del exterminio, de la conquista y la colonización.
Es el resultado de las sublevaciones del pueblo mexicano en contra de sus opresores en diferentes etapas de la historia. Están presentes los ideales y esfuerzos que han aportado Morelos, plasmados en “Los Sentimientos de la Nación ” y los personajes de la Independencia como Allende, Hidalgo, etc. Retomamos el espíritu de restauración de la República , los principios del Partido Liberal Mexicano magonista, las causas por las que se levantó Zapata y Villa. Reconocemos el espíritu de lucha y combate del güero Medrano, el grito de lucha de Arturo Gámiz, la rebeldía de Genaro y Lucio.
Más de 100 años de luchas de la clase obrera contra el capital, por mejorar sus condiciones de vida y e trabajo, han contribuido a conformar el México de abajo rebelde e insurrecto.
Las insurrecciones y levantamientos del pueblo mexicano son producto de sus distintas luchas por pan, tierra, libertad, trabajo, justicia, derechos sociales, vivienda, salud y otros. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional es resultado de esas luchas, de lo mejor de ellas, lo más avanzado; inició la insurrección el 1° de enero de 1994, primera etapa de la nueva revolución, la otra Revolución Mexicana, por su territorio, autonomía y cultura, organizándose en los municipios autónomos y en las Juntas de Buen Gobierno, que comprenden toda una cosmovisión., y que trasciende, al ser el EZLN firmante y convocante de la VI Declaración de la Selva Lacandona y de La Otra Campaña , que nos llaman a la lucha anticapitalista, en el marco político, civil y pacífico.
- Diagnóstico
El capitalismo es el sistema económico, político y social que predomina en todo el mundo. Es un sistema de relaciones de explotación de una clase minoritaria –la burguesía- sobre otra –la clase obrera y trabajadora- y otras clases y subsectores. El capitalismo genera pobreza, desigualdad e inconformidad, se encuentra en una profunda crisis caracterizada por la sobreproducción de mercancías, acentuando la destrucción de la naturaleza, el despojo de la tierra y el territorio a los campesinos y comunidades indígenas, y una política laboral de sobreexplotación de la fuerza de trabajo, de aniquilamiento a los contratos colectivos y a las conquistas laborales y derechos sociales alcanzados en los últimos 100 años de lucha. Por un lado se ahonda la pobreza, por otro existen un puñado de grupos y personajes que concentran y centralizan el poder económico y político, como Carlos Slim, uno de los más ricos del mundo.
Para conservar el poder económico y político, el Estado implementa una política de represión y criminalización a las luchas y movimientos sociales con operativos de contrainsurgencia, asaltando pueblos y comunidades desarmadas e indefensas, como en Aténco, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Tláhuac, DF, dando como resultado cientos de muertos y presos políticos.
Además el gobierno ha emprendido la llamada “guerra al crimen organizado” a través del Plan Mérida, que tiene su laboratorio con el plan “Operación Conjunta Chihuahua”, que desde marzo con cerca de 10 mil militares, patrullan las calles de Ciudad Juárez, intimidando y amedrentando, convirtiendo la ciudad en estado de sitio, y violando los más mínimos derechos humanos de la población, resultando más de 4 mil personas asesinadas en los últimos 2 años. Esta política de Estado es sólo un pretexto para militarizar el país, criminalizar la lucha social con el objetivo de aterrorizar y paralizar a la sociedad y a los luchadores sociales.
Queda en evidencia la corrupción, la ilegalidad e ilegitimidad del gobierno mexicano, sus instituciones y sus sistema de impartición de justicia, cuando no se esclarecen los asesinatos de más de 400 mujeres en Ciudad Juárez; no se castiga a los culpables de la muerte de 65 mineros en Pasta de Conchos, Coahuila; queda en la impunidad el asesinato de 49 niños en Sonora; se libera a los culpables de la matanza de Acteal, Chiapas; condenas irracionales a los presos de Atenco; presos de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, y la extinción de la compañía de Luz y Fuerza del Centro, que aniquila el contrato colectivo de trabajo del SME, entre otros ejemplos.
- Nuestra posición
Así como los demás explotados del sistema, consideramos que el tiempo de este sistema se ha terminado, que ya no se puede esperar de la burguesía, su Estado, su Gobierno y su sistema de partidos, ningún beneficio.
Nuestra posición se viene construyendo a través de diversos foros de análisis y discusión, iniciando en 2009 con “Primero nuestros presos”; un foro regional en Tampico, foros nacionales con la consigna de “¡Váyanse o los Sacamos!” en Veracruz, Morelos y Guerrero. Y con la realización en diciembre de una Asamblea Nacional de Adherentes, en el DF, proponiendo:
- que en el marco de un programa nacional y mundial de lucha que establezca el derrocamiento de la burguesía y su Estado, y por la apropiación de los medios de producción, es el momento de establecer un
- plan de insurrección que nos permita pasar a otra fase: de la resistencia a la ofensiva, de las luchas de resistencia locales, territoriales, gremiales, aisladas, y desarticuladas, a luchas coordinadas y enlazadas por objetivos políticos, es decir, desconocimiento total del Estado y de todas sus Instituciones, leyes y decretos.
- Llamado a la lucha contra el sistema capitalista
Estamos convencidos que existen condiciones para acciones en favor del derrocamiento de la burguesía y la apropiación de los medios de producción. Consideramos que es tiempo de terminar con la pesadilla y castigar a los responsables de muerte, despojo, represión, cárcel, explotación y miseria.
Hay que enfrentar a la burguesía tomando los centros de producción, comercio, servicios y sus oficinas y las de sus organizaciones, entre las que se encuentran el Estado, el Gobierno, el sistema de partidos y las instituciones represivas que cuidan a la clase dominante, no al país. Ir hacia la huelga general y política, paralizando al país, huelga que libera a obreros y trabajadores para enfrentar al enemigo, discutir los asuntos de su interés y organizarse.
Por esta razón, el llamado a luchar contra la burguesía, es a todos los proletarios y explotados del mundo, afectados por la misma explotación y por la crisis de sobreproducción que deja millones de trabajadores desempleados y familias con hambre y sed, no sólo de justicia. Vayamos a los centros de trabajo, escuelas, fábricas, barrios, colonias, pueblos, donde se lucha y se resiste a organizarnos bajo un Programa Nacional de Lucha y su plan de insurrección para derrocar al sistema y así construir una sociedad sin explotadores, sin explotados.
El tiempo es el que dure la crisis y el lugar es en cada país y centro de trabajo, ahí donde la crisis ha pegado fuerte, como en EU, con condiciones objetivas que deben complementarse con las subjetivas sintetizadas en la construcción de un Programa Nacional y Mundial de Lucha contra el capital y sus instituciones nacionales y mundiales que dirigen y administran sobre todo la explotación, el despojo, el desprecio y la represión de los pueblos.
La lucha de clases ha estado presente expresada en la ofensiva de la burguesía contra el proletariado y los trabajadores de la ciudad, el campo y el mar, que ha durado 3 décadas despojando a los trabajadores de sus conquistas laborales y sociales y a los campesinos y comunidades indígenas de tierras, agua, bosques y demás riquezas naturales y culturales.
Ahora inicia la contraofensiva de los explotados hasta derrotar totalmente a la burguesía, no dejando un solo espacio donde se reorganice e intente restablecer el sistema de explotación.
¡A ORGANIZARNOS PARA LA HUELGA POLÍTICA GENERAL HACIA EL DERRROCAMIENTO DE LA BURGUESÍA , POR LA APROPIACIÓN DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN SOCIAL, DE CREACION ARTÍSTICOS Y CULTURALES, Y EL ESTABLECIMIENTO DE UNA NUEVA SOCIEDAD SIN EXPLOTADORES NI EXPLOTADOS, CON UN GOBIERNO QUE MANDE OBEDECIENDO!
¡Democracia, libertad y justicia para tod@s!
¡Viva el EZLN!
¡Viva la otra Campaña¡
¡¡¡VÁYANSE O LOS SACAMOS!!!
Sector de Trabajador@s de La Otra Campaña , región centro; Colectivo Acción Inteligente de Desempleados y Estudiantes (CAIDES), La Otra Salud , La´k´j-Hormiga, La Otra Cultura DF; La Otra Huasteca-Totonacapan , Frente de Pueblos del Anáhuac, El Otro Plantón de Molino de Flores, adherentes en lo individual, participantes en la Asamblea Nacional de Adherentes, realizada el pasado 26 y 27 de diciembre de 2009 en el auditorio Che Guevara, Ciudad Universitaria.

1° de Enero de 2010
laotraobrera@gmail.com acción_inteligente@hotmail.com

LAS NIÑAS EN EL PAÍS DE LAS PESADILLAS


LAS NIÑAS EN EL PAÍS DE LAS PESADILLAS

Patricia Karina Vergara Sánchez
pakave@hotmail.com


C, quien tenía nueve años de edad, llegó en el 2007 a vivir al Distrito Federal e ingresó al cuarto año de primaria cuando el ciclo escolar ya estaba iniciado. A los cuatro días de haber llegado a su nueva escuela, dos niños de diez y once años le tocaron las nalgas. Ella los denunció de inmediato con su familia y en la escuela. Mientras la maestra les llamaba la atención, los agresores portaban un rostro de profundo arrepentimiento y tristeza. C, conmovida, preguntó a una de sus compañeritas de salón de clases, si había hecho bien o mal al denunciar. La respuesta fue: “Imagínate, tú los aguantaste cuatros días, nosotras llevábamos todo el año aguantándolos”.

Sin embargo, en la reunión mensual de madres de familia, cuando se tocó el tema, las voces de las madres de los varones justificaban: “Las niñas son unas llevadas, las niñas los provocan”.

A C no volvieron a tocarla, pero sí a susurrarle algunos insultos y apodos. La violencia en el salón fue creciendo al grado de que ya tres o cuatro chicos rodeaban a una niña para aislarla y le tocaban el cuerpo. Ninguna denunció.

Luego, vino una revista pornográfica, objeto con el cual se acercaban varios niños hacia las niñas, para preguntarles si sabían masturbarse. El tono de la pregunta era el mismo que si fuese utilizado de un hombre adulto a una mujer podría usarse para denunciar acoso sexual. Las madres de estos chicos hablaron de un natural período de curiosidad sexual, la agresión hacia las niñas era un tema muy secundario.

En el siguiente ciclo escolar hubo un cambio de maestra. Se dijo que era necesaria una mano más firme para tener controlados a muchachos tan problemáticos. La nueva maestra los llenó de trabajos y tareas, los mantenía ocupados todo el tiempo en la escuela y en la casa. Hojas y hojas llenas de trabajos para entregar. Los padres y madres de familia estaban contentos con los niños y niñas agotados todo el tiempo. Sin embargo, las agresiones a las niñas no se detuvieron. La práctica se extendió: “Mamá, no puedo decirle a la maestra, Oscar es el más aplicado del salón, el consentido y además ni van a decirle nada”. En efecto, la consigna continúo: La culpa es de la niñas, para qué se llevan, por qué no se dan a respetar.

¿Qué es darse a respetar? Es una obligación que el discurso actual asienta sobre los hombros de las niñas en donde se espera que en su interacción con los niños sean tranquilas, amables, que no empleen palabras inadecuadas, que no tengan juegos bruscos con ellos, que se sienten en forma adecuada, con la espalda erguida y con las piernas juntas; que vistan de determinada forma, no provocativa. Que sean pasivas, que sobre ellas recaiga el peso de evitar cualquier confrontación con los otros. Si una niña no es tranquila ni amable, dice groserías, si juega brusco, se sienta en forma inadecuada, viste de la manera en que su búsqueda de identidad se lo dicta o simplemente no es pasiva, o, por la razón que sea, no cumple con los parámetros marcados por este discurso, entonces se le culpabiliza de cualquier desavenencia que pueda ocurrir. Como si el hablar incorrectamente, sentarse o vestirse como le resulte más cómodo fuera justificación para ser violentada. Lo curioso aquí es que también aquellas que siguen la norma de lo preescrito de todas formas son maltratadas y escuchan el mismo discurso de la provocación. No hay modo de ganar para ellas. Cuando, en realidad, nadie tendría que ganar nada, nadie tendría que esforzarse por obtener un trato decoroso. El respeto es un principio fundamental de convivencia humana. No se trata de “merecerlo”, “conquistarlo”. A ningún joven varón se le mide con el mismo parámetro. Ningún niño es señalado por que usó una palabra inadecuada o vistió ropa corta, nadie lo descalifica con el argumento de que No supo darse a respetar. Ellas tendrían que poder esperar y exigir ser respetadas por el sólo hecho de ser humanas.
Recientemente, una investigación de la Universidad de Huelva, titulada Análisis de la violencia hacia las niñas en la escuela primaria, revela que la mayoría de los agresores son niños y la mayor parte de las víctimas, niñas. “En las entrevistas en profundidad se comprobó que ellas van asumiendo desde niñas el rol de víctimas, tienen que ser sumisas; mientras que los niños, ante un problema, responden: pego a quien sea”, explicó Emilia Moreno Sánchez, directora del trabajo[1].
Sobre los datos anteriores obtenidos en España, cabe acotar que, de acuerdo con la investigadora Carmen Castillo Rocha[2], los niveles de maltrato entre estudiantes –incluyendo a hombres y a mujeres -, comparados en un estudio realizado en Yucatán, México, presentan niveles más altos que en los estándares españoles.
C cambió de escuela este 2009 para su último ciclo escolar en la primaria. Sin embargo, no cambió de realidad. Como en todas las escuelas de hoy, está presente el bullyng, “un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica o agresión física de uno o unos niños hacia otro que se convierte en víctima”[3]. Es un fenómeno duro que convive en un mismo tiempo y espacio con la falta de respeto hacia la diferencia, cualquiera que ésta sea, el color de piel, el peso, la talla, el usar lentes, aparatos ortopédicos o de ortodoncia, cualquier excusa pareciera válida.

Incluso, niñas que agreden a niñas, en un ambiente que constantemente las obliga a rivalizar por el aspecto físico, por calificaciones en asignaturas, por la ropa que portan, por quién resulta más agradable a los ojos de los otros, por quién opaca, por quién humilla, quién demuestra ser mejor que la otra.

No sólo está presente con diferentes matices en el alumnado si no en el propio cuerpo docente. Como el maestro de matemáticas aquel, que obligó al alumno a quitarse la pulsera que portaba porque “es de niñas” y amenazó a todo el grupo con cortarles con tijeras las pulseras a todo aquel niño que las portara, ignorando por completo las leyes en contra de la discriminación y el respeto a la integridad de los jóvenes. O, el que se permitió arrojar a un lado los pupitres para amedrentar a los alumnos. Es decir, el maltrato, la intolerancia sembrada desde las primeras experiencias de socialización para los hombres y mujeres que construirán la realidad más próxima.

A todo ello, es necesario sumar el ambiente general que rodea a las alumnas, camino a la escuela, dentro de la escuela y en el camino de vuelta a sus casas: Palabras obscenas murmuradas o gritadas a voz en cuello al paso de las niñas, por sus compañeros o por hombres de diversas edades que las acosan en las calles, en el transporte público. Palabras que aluden a su sexualidad, palabras que lastiman su autoestima, señalamientos sobre el aspecto de los cuerpos cambiantes de aquellas que apenas están aprendiendo a desenvolverse en la vida diaria. Lo peor, en ocasiones las palabras se tornan en tocamientos indeseables.

Para C, aún en el nuevo plantel, la violencia escolar no termina: el niño que le pidió ser su novia y al cual ella rechazó, la señala, la persigue, le ha puesto apodos. En dos ocasiones le ha hecho ofrecimientos: Dejará de llamarla con sobrenombres, si acepta ser su novia; dejará de hostigarla, si acepta ser su novia.

Situaciones muy parecidas viven otras compañeritas suyas. Las niñas saben ya bien a estas alturas que no pueden recurrir a las autoridades escolares porque, perciben, que no tomarán ninguna acción significativa y que probablemente les repetirán el discurso de que deben darse a respetar. Además, hay familias que todavía las culpabilizan a ellas, las sancionan, las violentan si denuncian lo que les ocurre. Entonces, toman las únicas acciones que están al alcance de niñas de diez, once y doce años: Ellas, a su vez, les gritan insultos, todas la palabras fuertes con que se les ocurre rechazarlos. Intentan patearlos o abofetearlos cuando se les acercan demasiado. También, optan por el correr, escapar, cuando ven aproximarse a quienes les hostilizan.

Las salidas que estas niñas encuentran no son sencillas ni completamente efectivas. Es injusto el que se vean obligadas a correr cuando va hacia ellas el agresor. Dejan la charla con sus amigas, el material de la escuela, el almuerzo para después. Muy probablemente, el vivir en la constante renuncia no es un camino que les siembre fortaleza. Qué elementos de autoconfianza, de supervivencia les estamos facilitando. Hay que preocuparse. Un estudio reciente avisa:"el número de suicidios femeninos se reduciría en un 10% si se eliminara la frecuente victimización escolar de las niñas”.[4]

Por otra parte, la respuesta física puede ser peligrosa. Un ejemplo de ello le ocurrió a V, que también acude a una escuela en el Distrito Federal, a quien en la aglomeración a la hora de la salida del salón de clases, un compañero suyo le tocó las nalgas y ella volteó para abofetearlo. Él la tomó por el cuello y la apretó contra la pared hasta cortarle la respiración. Sólo cuando se asustaron algunos compañeros y compañeras acudieron en la ayuda de V para que fuera liberada. V quedó con las marcas de los dedos del agresor por días.

Las niñas padecen la constante arbitrariedad de quien las violenta, pero además no deben responder porque a partir de ello, ante autoridades, ahí sí, el varoncito será escuchado: “Ella también me insultó, ella me gritó tal cosa, ella me pateó, me arañó”. ¿Ya ven, cómo son ellas las responsables? Generalmente, las autoridades se lavan las manos diciéndoles que se respeten mutuamente. No analizan el trasfondo de estos conflictos, en donde una jerarquía cultural de géneros está presente en estas relaciones agresivas, en estas imposiciones de modos de relacionarse. En donde ser niña o ser niño, todavía, implica distintos accesos al poder cotidiano a protegerse o no, a ceder o no, a ser respetadas o no. Entonces, si denuncian, si no denuncian, si toman su propia defensa verbal o física, si corren, las niñas llevan las de perder.

Aquí podemos citar las consideraciones de Emilia Moreno, junto al profesor Enrique Vélez González, en un artículo publicado por la Red de Investigación Acción Colaborativa.[5] “Educar para formar a la ciudadanía obliga a incluir la perspectiva de género en la educación y cuestionar las construcciones culturales, sociales e históricas que determinan lo masculino y lo femenino. Estas construcciones asimétricas establecen las relaciones de poder dando lugar a la subordinación y la discriminación de la población femenina”.

Es imprescindible tomar medidas, no para luego. Ya durante demasiado tiempo, el que un chico empuje a otro, los apodos, el que una niña insulte a otra, las burlas, o que estudiantes excluyan a otro, han sido vistos como hechos normales y los adultos no hemos intervenido. Igualmente, el que un niño tire del cabello a una niña, rompa o le arrebate un objeto, agreda desde la desigualdad entre hombres y mujeres, se ha naturalizado. El que suceda cotidianamente no lo justifica. Es necesario atajar la violencia antes de que alcance grados más altos. Un ejemplo de las consecuencias posibles: La violencia en nuestro país, cuando llega al nivel de la escuela secundaria, puede alcanzar extremos tales como el secuestro express, la violación y el asesinato[6].

Por supuesto, que no todo es responsabilidad del centro escolar, los niños, las niñas, los jóvenes al llegar a casa y encender la televisión muy probablemente se encontraran con la escena de un hombre que da malos tratos a una mujer y luego ambos se reconcilian porque se aman; al abrir una revista verán el anuncio comercial cuyas imágenes son una oda a la anorexia; prenderán el aparato de sonido y escucharan la música de moda, no sólo el reguetón, toda, con sus consignas misóginas. Más duro aún, quizá también estarán inmersos en familias que repiten y perpetúan modelos patriarcales, que violentan, que restringen.

En efecto, la cotidianidad está construida de violencia hacia las mujeres. Sin embargo, sí podemos incidir en la parte que nos toca. Este llamado es a los maestros y a las maestras frente al grupo, a las directoras, a las mujeres en el sistema educativo, es una invitación a preguntarnos sobre los abusos de poder cultural y social entre hombres y mujeres que estamos fomentando dentro del salón de clases en la educación básica y su relación con la existencia del hombre que nos acosó, que nos gritó insinuaciones sexuales por la calle en el camino para asistir a nuestros espacios laborales ¿Podría ser uno de nuestros alumnos dentro de unos años?

La profesora Emilia Moreno nos sugiere: “Para evitar situaciones violentas en los hombres, hay que empezar por educar a los niños y tratar de no relativizar situaciones conflictivas alegando que son cosas de niños. La violencia machista, desde luego, no lo es”[7].

Vamos a preguntarnos sobre las agresiones hacia las mujeres que ocurren en las calles, en las manzanas alrededor del centro de enseñanza y la permisividad con la que se está fomentando que estos jóvenes maltraten a las jovenas. Teniendo en cuenta que en unos meses, un par de años quizá, estarán fuera del centro educativo, podemos visualizar que la violencia se repetirá afuera. ¿Cuántos casos habrá ante el Ministerio Público que se presentan en una localidad, cuando pudieron haberse detenido tiempo antes por las autoridades escolares que podrían haber mostrado al niño o al joven lo inaceptable de este tipo de violencia?

Qué estamos sembrando al responsabilizar a las niñas que han padecido violencia escolar hacia las mujeres con el discurso de Las llevadas, las que no se dan a respetar que termina en la impunidad hacia el agresor. Un problema que señala la investigadora Carmen Castillo, es la violencia institucional: “las autoridades escolares que, cuando finalmente los estudiantes y familiares exponen sus quejas por abuso, niegan el problema, protegen a los agresores y exponen a la víctima”[8].

Hay un efecto dominó entre la impunidad y la violencia sistémica que resulta en los violadores, golpeadores y asesinos de mujeres y el discurso todavía vigente de “Ellas lo provocaron”…por usar falda, por usar pantalón, por dirigirles la palabra, por no dirigirles la palabra, por estar en la calle de día, por estar en la calle de noche, porque decidió salir a trabajar, porque decidió no salir a trabajar, porque la sopa estaba fría, porque la sopa estaba caliente…porque sí. Son ellas las que lo provocan. Oswaldo Morgan que asesinó a su novia con 25 puñaladas dice que ella lo provocó, ¿Quién provoca recibir 25 puñaladas? El niño que tomó por sorpresa la hoja en donde C estaba anotando el teléfono de otro niño y la rompió en pedazos, dijo que estaba jugando, que así se llevan, aún cuando ella lo negó El niño que besó a O a la fuerza dijo que ella lo había provocado ¿Es tan alejado un camino de otro, o son consecutivos?

Hablar de la educación primaria es recurrir sólo a un ejemplo, la educación en todos sus grados presenta distintas formas de maltrato hacia las niñas y mujeres. Sin embargo, hay un común: Se trata de uno de los espacios donde se asientan con más fuerza las raíces de la violencia hacia las mujeres.

Por supuesto, hacen falta políticas por parte de los Estados y el generar conciencia social sobre la problemática. A docentes y directivos, intervenir en la prevención, y contención de la violencia; enseñar a los y las alumnos a intervenir, a no permitir prácticas de abuso. Es necesario exigirlo, buscarlo y trabajarlo para cambiar los hechos. Sin embargo, mientras tanto, no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Maestras, profesoras: Por solidaridad de género, por conciencia de ser mujeres, porque padecemos el mismo techo de cristal en donde, habiendo tantas mujeres preparadas, los puestos de dirección y reconocimiento se dan en mayoría a los varones; porque en nuestra labor cotidiana podemos vivir acoso de padres, trabajadores, otros funcionarios, y hasta de alumnos; por ser mujeres que vivimos en este país injusto para con las mujeres. Por una noción elemental de justicia, no repitamos discursos opresivos contra las nuestras, ni permitamos que las propias alumnas los repitan. Si por ahora las investigaciones sobre la violencia escolar en nuestro país son insuficientes, podemos comenzar a dialogar, a discutir a informarnos, a ensayar formas de construir conocimiento y vida no sexistas. No sembremos en nuestras aulas más tiranía contra las niñas, contra las mujeres, contra nuestras compañeras de hoy y de mañana.



[1] Carballar, Olivia. El ‘bullying’ también tiene género. Sevilla, 2008.
http://www.publico.es/espana/123646/bullying/genero
[2] Castillo Rocha Carmen y Pacheco, María Magdalena. Perfil del maltrato entre estudiantes de secundaria en la ciudad de Merida, Yucatán en Revista Mexicana de Investigación Educativa, año/Vol. 13, número 038. Consejo Mexicano de Investigación educativa. Distrito Federal, México. pp.825-842
[3] Matey, Patricia. Las niñas que ha sufrido acoso escolar tienen más riesgo de suicidio que los chicos. El Mundo. Madrid, 2009 http://argijokin.blogcindario.com/2009/03/10246-las-secuelas-del-bullying-tienen-genero.html

[4] Matey, Patricia. Las niñas que ha sufrido acoso escolar tienen más riesgo de suicidio que los chicos. El Mundo. Madrid, 2009 http://argijokin.blogcindario.com/2009/03/10246-las-secuelas-del-bullying-tienen-genero.html
[5] Carballar, Olivia. El ‘bullying’ también tiene género. Sevilla, 2008.
http://www.publico.es/espana/123646/bullying/genero

[6] Castillo Rocha Carmen y Pacheco, María Magdalena. Perfil del maltrato entre estudiantes de secundaria en la ciudad de Mérida, Yucatán en Revista Mexicana de Investigación Educativa, año/Vol. 13, número 038. Consejo Mexicano de Investigación educativa. Distrito Federal, México. pp.825-842
[7] Carballar, Olivia. El ‘bullying’ también tiene género. Sevilla, 2008.
http://www.publico.es/espana/123646/bullying/genero

[8] Castillo Rocha Carmen y Pacheco, María Magdalena. Perfil del maltrato entre estudiantes de secundaria en la ciudad de Mérida, Yucatán en Revista Mexicana de Investigación Educativa, año/Vol. 13, número 038. Consejo Mexicano de Investigación educativa
Distrito Federal, México. pp.825-842

PROBADITAS DE CONTRA AMOR.

  Tiene mucho que no hablo de contra amor, y ya es urgente retomarlo en términos de la palabra escrita y hablada para compartir, ya que en l...