sábado, 1 de febrero de 2014

Fagocitadora emocional de la pantalla grande

EL TOP 10 DE MIS PELICULAS DE ENERO DEL 2014.

DIANA MARINA NERI ARRIAGA.

La vida no es más que un interminable ensayo, de una obra que jamás se va a estrenar. Película Amelie,  Jean-Pierre Jeunet, Francia, 2001.


En mi vida cotidiana he decidido darle un espacio importante al comer, coger, amar, hacer tiempos nuevos con lxs cercanos, platicar, conocer, curiosear, viajar y  por supuesto, entre otras, al cine. Sigue siendo desde hace muchos años un bicho que me tiene preñada y que me permite aprender y desaprender, llorar a rienda suelta, saberme en otros mundos. No entiendo al cine como espectáculo o entretenimiento, sino he permitido se inserte en mi como parte de muchos proyectos de vida. He de decir, que carezco de una formación teórica al respecto, por lo que la palabra cinéfila, me queda grande aún, más bien me auto nombraría fagocitadora emocional de la pantalla grande.


Este mes de enero que ayer se despidió, dejo en mi cuerpo, cabeza y emociones 21 películas; y ¡no espantéis! no hablaré de cada una de ellas, pues implica un largo recordatorio de ideas  y suspiros que me tendrían atorada en este teclado largas horas. Solo a modo de recomendación o como catarsis que suelta trozos de celuloide, mencionaré las que ya se insertaron bajo la piel.


1)    Diana: Secretos de una princesa, de Oliver Hirschibiegel, E.U, 2009. Me cautivaron algunas escenas, reconozco el brillo particular que su protagonista toma, pero es condescendiente y hace de la “princesa” estrella de melodramas mediatizados, pero que revela no sólo de ella, sino de las mujeres que se compraron la idea del amor romántico y válgase de “princesas” la soledad y desazón de no saber qué hacer con la vida, cuando no se tiene al “mágico hombre” a tú lado.


2)    El juego del ender,  Gavin Hood E.U. 2013. Definitivamente el género no es mi favorito, ¡ah! Pero que buenas metáforas políticas, no me impresiona tanto efecto visual, sino los retazos de reflexiones anti-bélicas, los dilemas éticos de los personajes, y el camino que toma al final Ender (actuación no sobresaliente pero suficiente para la trama). He escuchado que el tiempo fue muy corto para la adaptación de la novela de Orson Scott Card, que es para los conocedores un “favorito” de la ciencia ficción.


3)    Gloria, Sebastian Leilo, Chile, 2013. Brillante por su sencillez y la fuerza de la protagonista, que además retoma un tema poco explorado en el cine convencional, la vejez, particularmente de las mujeres. Una Gloria radiante y cogelona, que se busca una vida con hombre o no incluido, al final sin duda un canto feminista. ¿se nota que me encanto?


4)    ¿Y si viviéramos todos juntos? Sthephane Robelin, Francia, 2011.  Una comedia que presenta a un grupo de ancianos, amigos de toda la vida en el reto de vivir juntos. Importantes reflexiones sobre la vejez y la amistad.  Pensé por momentos que habría vida poliamorosa, pero no… un pasado “policulero” pone de relieve las contradicciones humanas sobre el discurso amoroso y como llevamos nuestras relaciones de cotidianidad. Particularmente las actrices Geraldine Chaplin y Jane Fonda me encantaron. Así con un grupo de amigos en comuna quisiera vivir mi vejez.


5)    Blue Jasmine, Woody Allen, E.U, 2013¡Oh si, que buena adaptación del personaje de un tranvía llamado deseo!  Y que bien le queda Jasmine a la australiana Cate Blanchett, pero si me parece que desperdician potencialidades de otros actores del reparto. La línea argumental es sólida. En un análisis crítico, resalto la misoginia. No hay títere sin cabeza, las dos mujeres de la película, son patéticas.


6) Lovelace, Rob Epstein, Jeffrey Friedman, E.U. 2013. Narra parte de la vida de Linda Boreman, la actriz más famosa del cine pornográfico. Me gustaron mucho las actuaciones de Amanda Seyfried y Peter Sarsgaard, ¡oh! Y no reconocí, sino hasta los créditos a Sharon Stone. La película se queda corta y termina presentado a Linda como una víctima que al final se libra del malvado y tiene ya vida feliz. La historia real va mucho más allá de eso, y no es un tema de víctimas y victimarios, sino de sexismo, de una probadita del patriarcado en nuestra sociedad. Si, ya sé que el tema porno es polémico, pero sin duda Garganta Profunda que fue en su momento una película importante en mi vida al conocer pornografía, ahora es apología de violencia. Propongo ver mucho porno alternativo o posporno. ¡Delicioso!


7)  El lobo de Wall Street, Martin Scorsese, E.U. 2013 Basada en las memorias de Jordan Belfort. Magistral y sin concesiones por la crítica a la mierda capitalista y todos sus artífices. La actuación de Di Caprio estupenda. Huele todo a testosterona y es precisamente un reflejo de cómo se mueven los dineros en las aspiraciones de muchos, particularmente desde una visión heteronormada que se acompaña de "éxito", mujeres/objeto, dinero y sobre todo poder. Tenía cierta reticencia por lo popular y la trama ya sospechada de la película, pero salí asqueada y confirmando ciertos escepticismos. Ni lobos ni corderos ¿habrá manera de no estar en ninguno? El final y su ambigüedad moral, me encanto.


8) Ladrona de libros, Brian Percival, E.U. 2013. ¡Que gusto la adaptación de ésta novela infantil! y sin haber leído el libro aún, me pareció que con todo lo que implica su melodrama, es poderosa visualmente. El tratamiento de otra historia más del holocausto no es –en este caso- lugar común. Y el  personaje de Liesel Meminger es tan prudente y cautivo, sus ojos y expresiones aún me acompañan,  y -literal- los libros le salvaron la vida. El poder de las palabras, sus intersticios y la narración hecha por la muerte, me dejaron en moco abierto durante un rato. La sospecha es que precisamente eso es lo que querían de nosotros y por ende, se puede colocar en la meca de Estados Unidos como una película lacrimógena vitoreada. ¿Será?


9)    Amor índigo, Michel Gondry, Francia, 2013. Sí ese mero es el director de “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos” una de mis favoritas de vida. Wow… Esta se trata de una adaptación de la obra “La espuma de los días” de Boris Vian. Película barroca, dislocada, mágica y por tanto surrealista. La música y los bailes son hipnóticos. Sé que los críticos la han despedazado. Pero si hacemos una lectura fácil, es sencillamente una mediocre historia heterosexual y monógama de amor llena de magníficos efectos visuales que termina con la muerte de ella y la desolación que el hecho amerita, -pero no- es mucho más importante que eso. Entendí en sus imágenes, en la fuerza con el paso de sus colores, que es un bosquejo de la complejidad y derrota de la muerte del "amor romántico occidental", que te vuelve dependiente y fanático del otro y que al arrebatarte tú singularidad, te despoja de tu brillo y fuerza, te deja a merced de los días y los lirios que crecen en una cotidianidad pasmosa que hace empequeñecerlo todo. La fragilidad –otra vez- de la condición humana: traiciones, sacrificios, besos infieles inesperados, desencanto. Todo esto me hace tomar una pausa  para llorar por la vida, para llorar por ese discurso que a veces aún nos atrapa.    


10)  Her, Spike Jonze, escritor y director, E.U. 2013. Parece que es la primera de Jonze como único guionista, amé a este hombre como director en ¿Quieres ser John Malkovich? y El Ladrón de Orquídeas, por lo que iba con muchas expectativas. La historia en términos narrativos es muy simple y se puede comparar con otras del mismo formato. Se trata de un hombre que se enamora de un sistema operativo informático. Sin embargo, hay muchos caminos que a partir de la película se abren. Otra vez el tema del discurso amoroso pero ahora en un contexto posmoderno, donde es más cómodo hablar con soltura a una inteligencia artificial que a un otrx,  toda la complejidad de la soledad y el duelo después de una relación de muchos años. (¡Ay carajo! Me duele hasta el tuétano); la distopia tremenda de un cierta fusión-desvanecimiento del humano con la virtualidad, nuevos síndromes de éstos tiempos; hasta donde puede llegar nuestro y otra vez la fuerza de las palabras; en aprender a vivir consigo; con el trabajo de la amistad, con saber pedir perdón. Y no olvidaré decir por cierto, que tiene interesantes argumentos sobre el poliamor. 

Gracias Joaquín Phoenix por ser vegano y encarnar a este personaje. Estoy absolutamente conectada con esta película, tanto que duele saberme en los ojos del protagonista. Duele. Y su banda sonora es magnífica, ahora "The Moon Song"es mi canto para iniciar febrero.


Si es que leyeron hasta acá, se han dado cuenta que cero crítica técnica de los elementos cinematográficos, pero todas mis tripas expuestas en una de mis más agudas pasiones.


Mucho cine, más vida.


Nos leemos en marzo.














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