martes, 6 de enero de 2015

¿Cuántas veces los vamos repetir?

Y pienso a Anayelí, en su vida cotidiana y la sonrisa con la que aparece en la foto.

Pienso en Liliana y sus doce años de vida correndona y probablemente llena de adolescente alegría.

Pienso en Erika y su decisión de estudiar enfermería y  -otra vez- esa sonrisa que inunda y contagia.

Pero no puedo inevitablemente pensar en los seres humanos que las secuestraron y después las asesinaron, no puedo obviar el horror y la tortura, en mi cabeza ronda constantemente chispazos de su muy probable desesperación, del momento en que sus captores decidieron que “debían” morir.

¿Por qué? ¿Qué puede llevar a una persona a asesinar de este modo a otro y dormir tranquilamente por la noche?

No quiero apelar a argumentos morales que generalmente llevan a falacias hominem, prefiero reflexionar sobre la condición humana y todas las razones, contextos, aconteceres que nos llevan a actuar como lo hacemos…

Pero, no. no lo logro entender  y no es que la rabia o la impotencia me inunden, sencillamente no alcanzan las herramientas de la razón para explicar, para seguir caminando sin que el dolor por las miles de mujeres que ahora ya no están, que nos han sido arrebatadas colme el paso, pasme el aliento.

¿Cuántas veces los vamos repetir? No sólo nos faltan los 43, nos faltan lxs miles de desaparecidxs, secuestrdxs, asesinadxs, nos faltan a quienes entre vorágine de nuevas muertes, nuevas noticias el olvido los deja en tercera plana.

VIVXS SE LXS LLEVARON
VIVXS LXS QUEREMOS

VIVAS NOS QUEREMOS.  




No hay comentarios:

PROBADITAS DE CONTRA AMOR.

  Tiene mucho que no hablo de contra amor, y ya es urgente retomarlo en términos de la palabra escrita y hablada para compartir, ya que en l...