miércoles, 15 de abril de 2009

contra el especismo: POR FAVOR URGENTE DIFUSIÓN


Alerta respecto al daño en animales en la campaña de vacunación antirrábica reciente

El año pasado, mi familia no vivía en el DF y no nos tocó la campaña de vacunación antirrábica local. No sabíamos cómo funcionaba. Este año 2009 nos tocó recibir el servicio: Llegaron dos voluntarias a nuestra casa, ubicada en la colonia Vallejo, delegación Gustavo A. Madero. Vacunaron contra la rabia a mis tres gatos y me pareció muy bien, ya que me evitaba trasladarlos al veterinario. Me dieron cartillas de vacunación con sellos y logotipos del gobierno de la Ciudad de México y luego me ofrecieron aplicarles una inyección desparasitadora que, según expresaron, por convenio con el gobierno del DF tenía un precio especial. Al ser un programa así, me pareció confiable y acepté pagar por las tres inyecciones en el lomo de los animales.

Vimos al día siguiente que el pelillo se había maltratado, pero no supusimos cuan grave sería, pues la cantidad de pelo ocultaba lo que estaba pasando: Pasados unos días a la gata más pequeña, de dos kilos de peso y cinco meses de edad, se le cayó un pedazo de piel, de unos tres centímetros de diámetro. Le dejó el músculo expuesto. Le tuvieron que poner ocho puntadas ya que la piel se había muerto a causa de la sustancia que le inyectaron. Todavía no tenemos certeza de que supere la infección, ya está muy debilitada. No deseamos que muera.

Al revisar a los otros gatos que son de cuatro y cinco años de edad y con casi ocho kilos de peso, encontramos también heridas circulares en su piel, aunque más pequeñas y con la infección menos avanzada, parece ser que ellos, al ser más resistentes, sí salvarán la piel. Lo que hemos notado es que no ha disminuido la inflamación y les duele si se les toca en áreas cercanas.

En el consultorio veterinario nos encontramos con una mujer vecina nuestra que llevaba a otro animal el cual presentaba la misma reacción a la inyección.

La atención veterinaria a nuestros animales ha sido costosa. Nos damos cuenta de que lo mismo ha debido ocurrir en otros gatos, no sabemos si perros también, y, en el caso de las personas que no pueden pagar las curaciones, esto significa animales con heridas abiertas sufriendo y creando focos infecciosos o animales sacrificados injustamente.

Hemos averiguado que la campaña de vacunación antirrábica, es aplicada en su mayoría por voluntarios, que aprovechan la oportunidad para sacar una ganancia vendiendo esos productos a nombre del GDF.

La campaña de vacunación antirrábica es muy valiosa pues salva vidas de humanos y de animales. Este es un llamado a las autoridades para que no permitan que estos voluntarios hagan negocio a costa de la vida y salud de los animales, tal vez, la solución sería proporcionar también otras vacunas y desparasitantes en forma gratuita, pues también son importantes para la salud de la población humana y animal de la ciudad, y a las personas en general: para que cuando ocurra esta campaña reciban la vacuna antirrábica gratuita, pero no permitan ninguna otra aplicación de medicamentos o vacunas, pues son de muy dudosa procedencia.

Atentamente:

Patricia Karina Vergara Sánchez
Karla Oriana González Vergara
Mónica Rodríguez Gaona

Habitantes de la Ciudad de México.

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