¡¡Hola!!
No les ha pasado
compañeras que andan sangrantes por la visita chula de la luna roja y que aún,
cuando ya se masturbaron y/o cogieron rico, y se han consentido con tesitos,
hecho ejercicio y muchas estrategias de autocudado incluyendo comer bien y
darse hartas cariñas, su cuerpa sigue hinchada, sus capacidades motores
disminuidas, sus ideas dispersas, y la distracción es su amiga íntima, sumada
con la torpeza y la ambivalencia de las emociones que están entre torbellino,
fugacidad, locura, intensidad y somnolencia.
¿Les ha pasado? Porque a mí todo
el tiempo, menstruante o no, me llaman la despistada intensa.
Tan, tan.
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